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Lugo, EU y la telaraña imperial

26 Jun

Por Carlos Fazio

Monitoreado y alentado desde hace tres años por la embajada de Estados Unidos en Asunción, el golpe de Estado contra Fernando Lugo en Paraguay, tras un tragicómico simulacro de juicio político sumarísimo, revela que la oligarquía y el imperialismo jamás cesan de conspirar y actuar. La réplica paraguaya del modelo hondureño de sustitución de presidentes legítimos responde a los intereses geopolíticos de la Casa Blanca y el capital trasnacional. En particular, en el caso de Lugo, a los intereses del gran capital ligado a los agronegocios extractivistas. Verbigracia, Monsanto, Syngenta y Cargill, trasnacionales vinculadas al Grupo Zucolillo, cuyo principal accionista, Aldo Zucolillo, es director propietario del diario ABC Color y dirigente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

Las manos del Comando Sur del Pentágono y del Departamento de Estado, en particular las más visibles de la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (Usaid, por sus siglas en inglés), aparecen por todos lados y exhiben una estructura subversiva regional, que más allá del debate ideológico y de ideas, transita por un esquema de enfrentamiento propio de la guerra sucia, las operaciones sicológicas encubiertas y el terrorismo mediático, destinado a debilitar a las naciones de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), en particular Cuba, Venezuela y Bolivia, y del Mercado Común del Sur (Mercosur), cuyos principales objetivos a desestabilizar, después de embucharse al eslabón más débil, Paraguay, son Brasil y Argentina.

Mediante convenios condicionados, la Usaid controla en Paraguay a la fiscalía, el Poder Judicial y la Policía Nacional. Los recursos financieros de la Usaid también sirvieron para cooptar a algunos sectores del Frente Guazú, la coalición de izquierda que apoyó a Lugo. Mientras, el Pentágono, que arrancó a Lugo la aprobación de una Ley Antiterrorista, por conducto de la Iniciativa Zona Norte, logró desplegar tropas y civiles estadunidenses en la región oriental del país, en las narices de Brasil, como avance de tareas injerencistas que tienen como finalidad la ocupación territorial.

En la operítica restauración de la patria financiera por la stronista oligarquía latifundista, los poderes fácticos y la trasnacional Monsanto –que tiene como eje económico un larvado proceso de descampesinización–, jugaron un papel clave los embajadores de Estados Unidos en Asunción, James Cason y Liliana Ayalde. Antiguo jefe de la sección de intereses de Washington en La Habana, Cuba, el conspirador Cason fue el encargado de alimentar los ánimos subversivos del vicepresidente Federico Franco, el ex general golpista Lino Oviedo y el ex presidente Nicanor Duarte Frutos. Su sucesora en el cargo, Liliana Ayalde, completó la tarea.

La matanza de Curuguaty, que sirvió de excusa para derrocar a Lugo, tuvo como protagonista al Grupo Especial de Operaciones (GEO), de la Policía Nacional, cuyos miembros de elite fueron entrenados para la lucha contrainsurgente por el Comando Sur en el contexto del Plan Colombia. El ex presidente Álvaro Uribe facilitó, además, la capacitación de los servicios de inteligencia del Paraguay con instructores del temible DAS, la policía política colombiana, cuyos mandos están hoy encarcelados. Según indicios, la muerte en una emboscada del jefe del GEO, comisario Erven Lovera, y de otros cinco agentes, en Curuguaty, que llevó al asesinato de 11 campesinos, sería parte de un sabotaje interno de cuadros de inteligencia de la Policía Nacional, penetrada y controlada por Estados Unidos.

La conformación de un frente anti-Alba y anti Mercosur por Estados Unidos, tiene como bastiones y plataformas injerencistas subregionales a Colombia y nuestro país. Bajo los gobiernos conservadores de Vicente Fox y Felipe Calderón, Washington convirtió a México en una plataforma de la derecha regional para sus acciones subversivas y desestabilizadoras contra Cuba y Venezuela. Mediante la Usaid y su telaraña imperial –integrada entre otras por organizaciones de fachada como el Instituto Republicano Internacional, la Fundación Nacional para la Democracia (NED), la Freedom House y el Instituto Democrático Nacional–, la diplomacia de guerra estadunidense está canalizando millones de dólares para acciones subversivas contra países amigos, que llegan a México con la permisibilidad y sin la supervisión de las autoridades nacionales.

A finales del año pasado se celebraron sendas actividades anticubanas en el hotel Meliá Reforma del Distrito Federal: la presentación de un libro de Gabriel Salvia, de la ONG argentina Centro para el Desarrollo y la Apertura de América Latina (Cadal), financiada por la NED, y el foro Cambios en el proceso cubano, ambos con participación de organizaciones de la extrema derecha de Miami, como la Fundación Nacional Cubano Americana, el Directorio Democrático Cubano (DDC) y la menos conocida O-JEC, y con el copatrocinio financiero de las fundaciones alemanas Konrad Adenauer y Friedrich Naumann. Previo a la visita del papa Benedicto XVI a la isla, el DDC, organización financiada por la CIA, logró reclutar en México jóvenes turistas que regaron volantes en La Habana induciendo acciones de desobediencia civil y fueron expulsados por las autoridades cubanas.

Las leyes prohíben en México que los partidos políticos reciban financiamiento de gobiernos extranjeros. También se debería prohibir que organizaciones extranjeras radicadas en el territorio nacional reciban dinero del exterior para orquestar y financiar acciones contra la integridad territorial y política de otro país.

En víspera de la elección presidencial, las acciones subversivas de la Usaid que desembocaron en el golpe de Estado en Paraguay son un adelanto de lo que sucedería en México ante la eventualidad de una victoria del candidato progresista.

http://www.telesurtv.net

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LA MUTACIÒN DEL SISTEMA EDUCATIVO BAJO EL ENFOQUE HOLISTICO (Pedro Valle)

9 Feb

LA MUTACIÒN DEL SISTEMA EDUCATIVO BAJO EL ENFOQUE HOLISTICO.doc LA MUTACIÒN DEL SISTEMA EDUCATIVO BAJO EL ENFOQUE HOLISTICO 78 kb

 

Hace algunos días leyendo el Plan Social Educativo, 2009/2014 “Vamos ala Escuela” el cual corresponde al Plan Educativo del actual Gobierno de El Salvador, entre la fundamentación de la necesidad del cambio en el Modelo Educativo del país, encontré un párrafo que textualmente dice: “Estamos ante una sociedad del cambio, lo cual coloca a los sistemas educativos frente a nuevas posibilidades y problemas dramáticos”, así mismo en dicho documento encontramos que el sistema formativo debe enfocarse viendo al pasado, viendo al presente y visualizando el futuro.

 

Desde este punto de vista son muchas las interrogantes sobre como debe verse el sistema educativo, no solamente de El Salvador, sino del resto del mundo, considerando la percepción que sobre dicho sistema se tiene a nivel de la misma comunidad educativa y de las mismas sociedades en general, con el afán de ser propositivos ante los diferentes cambios que se han venido experimentando en dichos sistemas educativos, principalmente en El Salvador, en el cual según nuestro primer ensayo señalaba que los planes educativos han sido enfocados dependiendo del Plan de Gobierno de turno, lo cual indica que el sistema educativo siempre ha sido visto desde el punto vista político, el cual ha venido mutando de acuerdo a la percepción de los “expertos” de cada período, lo cual se encuentra en sintonía con el planteamiento que hace Capra (2008), en el sentido de que “El reconocimiento de las necesidades de un profundo cambio de percepción y pensamiento capaz de garantizar nuestra supervivencia, no ha alcanzado todavía a los responsables de las corporaciones ni a los administradores y profesores de nuestras universidades” (p.26), así mismo manifiesta:

 

Nuestros lideres no solo son incapaces de percibir la interconexión de los distintos problemas sino que además se niegan a reconocer hasta que punto lo que ellos llaman sus soluciones comprometen el futuro de generaciones venideras. Desde la perspectiva sistémica las únicas soluciones viables son aquellas que resultan sostenibles.  (Capra, 2008, p.26)

 

Además es necesario que dichos lideres adquieran una concientización sobre la importancia de su participación en la búsqueda del mejoramiento del sistema educativo, tomando en cuenta aspectos tan importantes como los que señala (Peat, ¶, p.37), cuando dice: “El cerebro, corazón, sangre, hígado, riñones, bazo e intestinos trabajan juntos en armonía interna.  El corazón proporciona al cuerpo sangre y alternativamente, debe su existencia al suministro continuo de sangre nuevamente oxigenada por los pulmones”.

 

 

Desde esta perspectiva el sistema educativo podría considerarse como un ecosistema sumamente complejo, cuyo éxito depende del correcto funcionamiento de todos y cada uno de los componentes de dicho sistema educativo, tal como se manifiesta en el ejemplo anterior.

 

Por hoy la percepción popular  viene admitiendo un estado de crisis educativa en donde los llamados “expertos” se han declarado impotentes para resolver los problemas educativos de nuestro tiempo, ya que únicamente se ha venido tomando en consideración aspectos unidireccionales, cuando en realidad dichos problemas deben tomarse desde un punto de vista multidisciplinario, en un contexto en el cual se busque las mejores formulas para lograr alcanzar los mejores objetivos en beneficio de toda la colectividad.  Al respecto, Capra (1992) señala que:

 

para comprender nuestra polifacética crisis cultural tenemos que adoptar una visión extremadamente amplia y observar la situación dentro del contexto de la evolución cultural de la humanidad. Tenemos que desplazar nuestra perspectiva desde finales del siglo XX hasta abarcar un lapso que comprende varios siglos; desde la noción de estructuras sociales estáticas a la percepción de un modelo dinámico de cambio”(p.13)

 

En tal circunstancia en estas notas se pretende realizar una reflexión en torno a la importancia del sistema educativo, con el objeto de poner en la mesa de discusión no sólo un conjunto de ideas y conceptos en cuanto al tema, sino la elaboración que, en forma de ensayo, se propone acerca de cómo se puede entender dicho sistema, así como dar a conocer aspectos relevantes del mismo.

 

Wilber “et al.” (2008), afirma que “las percepciones de un organismo no podían entenderse sin comprender la índole del universo físico y que la índole del universo físico no podía entenderse sin comprender los procesos perceptivos de observación” (p. 52), es decir como lo establece el mismo autor, “en la esfera holográfico cada organismo representa de alguna manera el universo y cada porción del universo representa de alguna manera a los organismos dentro de ello”, lo cual nos  lleva a considerar la relatividad existente en la percepción que se tiene en cuanto al comportamiento del sistema educativo, su función y la importancia que tiene en el desarrollo de los pueblos, por tal situación se manifiesta que cualquier país del mundo cambiará cuando cambie su sistema educativo, lo cual según nuestra experiencia esta atado a normas jurídicas que mandan, ordenan y sancionan, por ello Capra (2008) señala “ El poder, en el sentido de dominación sobre los demás es asertividad excesiva. La estructura social en que se ejerce con mayor eficacia es la jerarquía” (p.32), en virtud de lo cual nuestra percepción es que todo intento de cambio en el sistema educativo, en estos países de escasos recursos, generalmente no son producto de su propia cultura, sino de las influencias de los países desarrollados, por lo que no siempre dichos cambios alcanzan logros significativos.

 

Para El Salvador, encontramos que el Sistema Educativo ha estado afectado por los famosos Planes de Gobierno, especialmente para el área de Educación básica y media, en el cual se establece el rumbo que deba llevar la educación en el país, así como su Modelo Educativo, el cual en estos momentos se esta llevando dela Educación Mecanicista, que según Escobar & Hurtado (¶), “aglutina aspectos de los paradigmas cognitivo-conductual y sociocultural, a la educación bajo el Modelo constructivista, en el cual también encontramos una mezcla tanto de paradigmas como de cuadrantes”, (p.61), siendo así que en los holístico desde la posición de Gallegos R., citado por el mismo (Escobar & Hurtado, ¶, p.61), caben los paradigmas humanista, cognitivo-conductual, sociocultural y constructivista.

 

En este sentido encontramos que la educación holística, entre otros aspectos, su currículo esta centrado en aprender, siendo por ello que en la legislación de El Salvador, al referirse a las funciones de la educación superior,  en el Art.3 Inciso segundo dela Leyde Educación Superior (2004), encontramos que se esta regulando la actuación del docente, en cuanto a que se establece que: “ la docencia busca enseñar a aprender, orientar la adquisición de conocimientos, cultivar valores y desarrollar en los estudiantes habilidades para la investigación e interpretación, para su formación integral como profesionales”(p.2), situación que a la luz de nuestra experiencia ha sido muy difícil de cumplir, dada la poca o nada actualización del docente en estos modelos educativos, ya que éstos fueron formados bajo el sistema de una educación bancaria, la cual se viene aplicando por muchos años, situación que vuelve reacio al cambio al mismo docente.   ….(Bajar Documento Completo.)

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Eventos del pasado esclarecen el presente, afirma Fidel en segunda reflexión

18 Oct


La catástrofe viene a coalición, de manera que no se olviden los antecedentes del gobierno norteamericano. (Foto: Archivo)

«Recordar es vivir» reza una frase muy conocida en el mundo. Ese es el común denominador de la segunda entrega en el escrito del líder revolucionario de Cuba, Fidel Castro: «La Voluntad de acero».

El comandante recuerda los catastróficos hechos de Barbados en 1976, en el cual un acto terrorista destruyó una nave aérea cubana con 73 personas a bordo; entre ellos pilotos, aeromozas y personal auxiliar que prestaban sus nobles servicios en esa línea, el equipo juvenil completo que había obtenido todas las medallas de oro que se diputaban en el Campeonato Centroamericanos y del Caribe de esgrima, los pasajeros cubanos y de otros países que viajaban en aquel avión.

La catástrofe viene a coalición, de manera que no se olviden los antecedentes del Gobierno norteamericano, nación que paradójicamente ha obtenido un premio nobel de la paz con su actual mandatario, Barack Obama, quien por demás acusa a Cuba de ser un país que promueve el terrorismo.
«No es posible comprender por qué el ilustre Premio Nobel que preside el Gobierno de Estados Unidos, se complace en reiterar la estúpida idea de que Cuba es un paí­s terrorista, mantiene en cárceles aisladas y en condiciones inhumanas a los cuatro antiterroristas cubanos, sanción que hoy no se aplica a ningún ciudadano de otro paí­s adversario de Estados Unidos, menos aún si ninguna fuerza militar norteamericana admite haber sido puesta en riesgo alguno por ellos, y prohíbe a René regresar a su patria y al seno de su familia», afirma el comandante en el texto.
El líder de la revolución cubana, refirió que para aquella época se produjo cuando el ex presidente Geoge Bush padre era jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Afirmó que precisamente en junio de ese año se convocó en Bonao, República Dominicana, una reunión para crear la Coordinación de Organizaciones Revolucionarias Unidas, con la supervisión personal de Vernon Walters, entonces Director adjunto de la CIA.
Fidel Castro recuerda que era tal el escándalo provocado por los intentos de asesinatos a lí­deres extranjeros que el Gobierno de entonces prohibió la participación de funcionarios norteamericanos en tales acciones. «Hací­a falta Posada Carriles» recuerda en el texto.
La CIA, a través de la llamada Fundación Nacional Cubano Americana, sobornó con abundantes sumas a los carceleros pertinentes y el terrorista Carriles salió de la prisión como un visitante más.
Luego fue trasladado con urgencia a Ilopango, en El Salvador, donde no sólo dirigió los suministros de armas que provocaron miles de muertes y mutilaciones a los patriotas nicaragüenses, «sino que también con la cooperación de la CIA adquirió drogas en Centro América, las introdujo en Estados Unidos y compró armas norteamericanas para los contrarrevolucionarios nicaragüenses», expresó en el documento.
El comandante también cita en su reflexión la carta que René González le envió en la que manifiesta su agradecimiento por el apoyo del Gobierno cubano, «la solidaridad para con el proceso revolucionario que existe en la nación y la voluntad de acero» que tendrá para regresar a su patria.
«A los dos, a usted, Fidel, a Raúl que ahora nos guí­a en esta nueva etapa difí­cil, compleja pero gloriosa en que estamos enfrascados para romper la dependencia económica que nos ata todaví­a y que impide que logremos construir la sociedad que queremos, les enví­o un abrazo de parte de los Cinco, les digo que siempre tuvimos confianza en ustedes», indicó en su misiva René González.
A continuación teleSUR presenta el link de la Segunda Parte de las Reflexiones de Fidel:

 

 

teleSUR-prensa-latina.cu/mum-DG
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Un repaso de los principales peligros que se ciernen sobre el movimiento 15-M y de cómo combatirlos

12 Oct

Los peligros de la #SpanishRevolution

José López

 El movimiento de los indignados poco a poco se va propagando a nivel internacional. La primavera árabe dio lugar a la primavera española y al otoño norteamericano. Islandia está inmersa desde hace cierto tiempo en un proceso de transformación de su sistema político, el cual debe servir de ejemplo concreto de lo que hay que hacer y de cómo hacerlo. Grecia hace cierto tiempo que está inmersa en un proceso de lucha revolucionaria, como mínimo de resistencia frente al ataque neoliberal dirigido desde las instituciones europeas. Queda por ver qué ocurrirá en los países del Magreb donde se logró expulsar del poder político a algunos dictadores, pero donde todavía queda mucho camino para avanzar hacia la democracia. En Israel se han producido algunas de las manifestaciones más numerosas de su corta historia. India, Chile,… El próximo 15 de octubre puede ser una fecha histórica que dé el pistoletazo oficial de salida para una posible revolución mundial. Hay visos de que vamos a tener un invierno muy “caliente”.

Como no podía ser de otra manera en la era de la globalización, de Internet, el movimiento revolucionario, como mínimo potencialmente revolucionario, va propagándose por el globo terráqueo (a pesar de los obstáculos impuestos por los grandes medios de desinformación masiva). Esto sólo está empezando. Pero, indudablemente, ya ha comenzado. Ya se dan un cúmulo de factores objetivos y subjetivos para la revolución democrática mundial. Sin embargo, nadie puede asegurar cómo evolucionará, cómo acabará. La historia humana está siempre más o menos (pero no ilimitadamente) abierta. Quienes deseamos que este movimiento sea realmente revolucionario, es decir, que se traduzca en cambios sustanciales concretos del sistema político, económico y social, no sólo a nivel local sino que también a nivel mundial (la revolución local no puede prosperar o sobrevivir mucho tiempo si no se ve acompañada de la revolución internacional, por lo menos en numerosos países, especialmente de la metrópolis capitalista, Europa y Norteamérica) debemos hacer todo lo posible para que la historia se decante hacia un mundo mejor, un mundo donde todos podamos vivir en condiciones dignas, una sociedad más próspera, más segura, más libre, más justa, que pueda sobrevivir a sí misma. Este artículo sólo pretende aportar un granito de arena para que así sea. La humanidad se encuentra en una encrucijada histórica: barbarie o democracia.

La historia puede decantarse (ya lo está haciendo) hacia la involución democrática, hacia un sistema de corte más bien fascista (si las élites que nos gobiernan se salen con la suya) o hacia una profunda regeneración democrática (como así deben intentar los pueblos, las clases populares). Quien gane dependerá, entre otros motivos, de quien luche mejor y más. En toda lucha es imprescindible ser consciente de los peligros que se ciernen sobre ella. La #SpanishRevolution, la ya incipiente #WorldRevolution, como toda revolución, se ve amenazada, tanto desde el exterior de las filas revolucionarias, como desde su interior.

Algunos de los principales peligros que amenazan a esta naciente revolución son los siguientes:

  1. En cuanto a los objetivos

Como en toda revolución, es imprescindible marcarse objetivos concretos a corto, medio y largo plazo. Objetivos políticos y económicos. Si no se establecen objetivosconcretos a corto plazo, la lucha puede decaer o devenir estéril. No es igual de peligroso (para el sistema) reivindicar un mundo mejor, de manera abstracta, que reivindicar medidas concretas que lo posibiliten realmente (como la revocabilidad de los cargos públicos, el mandato imperativo, referendos frecuentes y vinculantes, una ley electoral donde se cumpla el principio “una persona, un voto”, la libertad de prensa, la separación de todos los poderes, especialmente respecto del poder económico,…). Los sueños se vuelven peligrosos (para el sistema) cuando se tornan realizables, cuando quienes los perseguimos somos capaces de llevarlos a la práctica mediante medidas concretas. Si se marca una hoja de ruta realista (sobre todo en cuanto a los hitos a alcanzar a corto plazo) y al mismo tiempo idealista, ambiciosa (sobre todo en cuanto a los hitos a alcanzar a más largo plazo), entonces las probabilidades de que la lucha se retroalimente a sí misma y conduzca al éxito se disparan.

El objetivo a corto plazo debe ser, sin duda, establecer un marco político suficientemente democrático. La democracia debe dar un salto cuantitativo y cualitativo suficiente de tal manera que se inicie un proceso de desarrollo continuo en el tiempo de la propia democracia. De la involución democrática debemos pasar a la revolución democrática. Se deben sentar las bases de un sistema político que posibilite el avance democrático. Sin la adecuada infraestructura política no será posible transformar la sociedad. La presa debe romperse para que el río pueda fluir libremente y alcanzar el mar en determinado momento. En cuanto las ideas, las distintas opciones políticas, tengan las mismas (o parecidas) posibilidades de ser conocidas y probadas, se sentarán las bases para, por fin, poder resolver los grandes problemas crónicos de nuestra sociedad (cuyas crisis no son más que, en el fondo, la agudización de sus latentes contradicciones, en verdad el sistema está en permanente crisis). Es tan peligroso marcarse objetivos demasiado tímidos como demasiado ambiciosos (a corto plazo). En el primer caso no se produce un salto suficiente (si es que se produce), en el segundo no se produce o se pospone demasiado en el tiempo. Si la gente no obtiene resultados importantes concretos a corto plazo, tarde o pronto, dejará de luchar, la rebelión no se transformará en revolución, la utopía seguirá siendo utopía, los sueños seguirán siendo sueños.

El objetivo concreto a corto plazo no puede ser otro que la democracia (política) real. La manera de implementarla y de alcanzarla dependerá fundamentalmente de cada país, pues no todos ellos parten de las mismas condiciones, pero en realidad muchos de los problemas que tenemos son comunes a la mayor parte de países. Remito a mi artículo ¿Qué es la democracia real? . La democracia real debe ser la combinación de la democracia representativa, verdaderamente representativa, aunque mucho más participativa, y la democracia directa, la cual debe ser priorizada. No se trata de democracia representativa vs. democracia directa, sino de complementarlas, de integrarlas. Por ahora, no es posible prescindir de la democracia representativa, pero sí es posible que la democracia directa asuma mayor protagonismo. Hay que reformar profundamente la democracia representativa, que es muy poco representativa en la actualidad, y al mismo tiempo hay que desarrollar todo lo posible la democracia directa, tanto en los ámbitos más globales (fomentando el uso de referendos, que siempre deben ser vinculantes) como sobre todo en los más locales, donde es posible la participación directa de los ciudadanos en los asuntos que les conciernen.

A medio/largo plazo el objetivo no puede ser otro que superar el capitalismo. Éste podrá ser superado con más y mejor democracia, con la democracia real. Si alcanzamos una democracia suficiente a corto plazo (aunque esto no se logrará de la noche a la mañana), será posible superar el capitalismo más adelante. En verdad la principal dificultad consiste en despejar el camino de obstáculos, reside en alcanzar una democracia que merezca tal nombre. No puede despreciarse la firme oposición de las actuales élites a perder el control de la sociedad. Ignorar o infravalorar al enemigo es uno de los peores errores que puede cometerse en cualquier lucha. Primero debe alcanzarse la democracia política y seguidamente debe expandirse la democracia por todos los rincones de la sociedad, especialmente a la economía. Sin democracia política no será posible la democracia económica. Pero sin democracia económica la democracia política será estéril, estará tocada de muerte, como hemos podido comprobar. No puede haber una sociedad realmente democrática si la democracia no alcanza al motor de la sociedad: el modo de producción. La involución democrática que estamos sufriendo actualmente es una consecuencia directa de la lógica del capitalismo, es decir, del totalitarismo económico. Quien controla la economía controla al conjunto de la sociedad. La economía debe ser controlada por el conjunto de la sociedad, por la mayoría, y no por ninguna minoría. En cuanto haya democracia económica el capitalismo sucumbirá. El capitalismo es dictadura económica. El capitalismo sólo puede sobrevivir a largo plazo si la democracia no avanza, incluso mejor si retrocede. No por casualidad a medida que el capitalismo “madura” la democracia retrocede. Esto ya lo previeron muchos revolucionarios de finales del siglo XIX y principios del XX.

El objetivo esencial de la actual revolución debe ser, sin duda, repito una vez más, la democracia, política y económica, alcanzando primero la política, pero no conformándose con ésta. Tras la conquista de la democracia política debe lograrse, cuanto antes, la democracia económicaLo más importante es sentar las bases del desarrollodemocrático. La oligocracia actual disfrazada de democracia debe dar paso a la democracia sin ningún disfraz, a la democracia real. Sin este primer paso no hay nada que hacer, como la historia nos ha enseñado tozudamente.

  1. En cuanto a las estrategias

Como explico más detalladamente en La estrategia de la #SpanishRevolutionel movimiento iniciado el 15 de mayo de 2011 en España empezó con muy buen pie no sólo porque se marcó como objetivo concreto y contundente la democracia real, sino también por la estrategia empleada para luchar por él. Una estrategia basada en cuatro pilares: apartidismo, pacifismo, horizontalismo y asamblearismo. Al ser un movimiento apartidista, que no apolítico (todo lo contrario, la política ha vuelto realmente a escena), ha logrado aglutinar a amplias capas de la población, que si bien aún no todas ellas participan lo necesario en el movimiento (y éste es un reto esencial del 15-M: lograr que muchas más personas participen activamente en él), sí una gran mayoría de ellas simpatiza con él. Y ello ha sido posible porque al centrarse en reivindicaciones y denuncias concretas, al centrarse en las ideas “desnudas”, al prescindir de etiquetas y banderas ideológicas, los prejuicios que las élites han incrustado en las mentes de los ciudadanos no han entrado tanto en funcionamiento. Las reivindicaciones del 15-M atañen a la gran mayoría de la ciudadanía. Al ser un movimiento pacífico, ejemplar en las formas, el sistema ha tenido mucho más difícil demonizarlo, el sistema incluso se ha puesto en evidencia al tacharlo en ocasiones de violento sin poder mostrar ninguna imagen donde los indignados fuesen verdugos en vez de víctimas de la violencia física. El episodio excepcional del parlament de Catalunya (en el que, por cierto, la “violencia” ejercida por supuestos indignados no es comparable con la sufrida por los indignados tantas y tantas veces), el cual fue un grave error por su planteamiento (como ya opiné en su día en el artículo Los errores prohibidos de la #SpanishRevolution), no ha podido empañar la imagen de pacifismo y civismo que ha tenido el movimiento de los indignados. El pacifismo activo hace mucho daño al sistema porque despierta simpatías entre la ciudadanía. Al ser un movimiento horizontal, es decir, sin grandes liderazgos, es mucho más difícil descabezarlo. Si bien ese liderazgo casi ausente también puede jugar en su contra, como veremos más adelante. Al ser un movimiento asambleario, es decir, que practica la democracia directa, que usa como método la propia democracia para reivindicarla, para alcanzarla, demuestra que se hace camino al andar, que es posible mejorar notablemente la democracia. Los ciudadanos se dan cuenta de que muchas barreras que parecían insalvables en verdad no lo son, los ciudadanos se van concienciando sobre la importancia de la democracia a medida que la van practicando. El 15-M, por lo menos hasta el momento, ha demostrado gran coherencia. La coherencia hace mucho daño al sistema, el cual cada vez se muestra más incoherente. Mientras el 15-M reivindica la democracia real y la practica, la clase política (el bipartidismo PPSOE sobre todo) practica la involución democrática. El sistema se delata cada vez más.

Sin embargo, aunque las líneas generales estratégicas del movimiento indignado son plenamente acertadas, existe el peligro de que dicho movimiento se aparte del camino correcto, de aquel que ha provocado que se pueda hablar de una posible revolución mundial, de un cambio global. El sistema que, lógicamente, no se queda de brazos cruzados, ha hecho, hace y seguirá haciendo todo lo posible para que el movimiento 15-M cambie de estrategia, para que se convierta en un partido político, para que se vuelva violento, para que sea controlado por ciertos líderes (los cuales podrán ser a su vez controlados por el sistema) o para que deje de practicar esa democracia directa que tanto pone en evidencia a la falsa democracia, a la oligocracia. Si bien la estrategia debe adaptarse al tiempo y al espacio, al momento y al lugar, sus líneas generales deben mantenerse, pues gracias a ellas el movimiento ha podido surgir con inusitada e inesperada fuerza, pues sólo gracias a ellas podrá fortalecerse todavía más, podrá incluso sobrevivir.

A medida que pase el tiempo y no se consigan resultados concretos (el sistema no cederá fácilmente), a medida que el ataque del capital se recrudezca, existe el serio peligro de que las protestas se vuelvan violentas. La impotencia de la gente puede provocar desesperación y por tanto violencia. El sistema capitalista está deseando que las protestas se tornen violentas para, por fin, aplicar su habitual hoja de ruta violenta, para hacer lo que realmente desea: reprimir, reprimir, reprimir. El sistema está deseando que se produzcan estallidos violentos para justificar su reacción violenta. El sistema busca emplear métodos más contundentes para defenderse. Si impera el desorden violento generalizado, la excusa es perfecta para un golpe de Estado. A nuestra historia reciente podemos remitirnos. Ya nos van poco a poco, sutilmente, amenazando con guerras o ruidos de sables. No debemos sucumbir ante el miedo que intentan meternos en el cuerpo, pero tampoco debemos ponerle fácil al sistema llevar a cabo sus amenazas. Si logramos mantener nuestro pacifismo, alejamos el fantasma de guerras o golpes de Estado, se lo ponemos más difícil al sistema, en vez de al contrario. No ya sólo existe el peligro de caer en las provocaciones que ya ha habido, que seguirá habiendo (la violencia policial tiene el doble objetivo de, por un lado, amedrentar a las masas, provocar el miedo, y de, por otro lado, provocar la violencia de las masas para demonizarlas ante la opinión pública y lograr una escalada en la violencia física), sino de que pase el tiempo y las protestas se hagan más y más violentas como consecuencia de la sensación de impotencia que provoca en las masas el ver que no sirve de nada protestar con buenos modos. El sistema juega con provocar explícitamente violencia física y, además, con provocarla implícitamente, haciendo oídos sordos a las protestas para que la gente recurra a la violencia, como consecuencia de la impotencia, de la desesperación. Éste es un peligro del que debemos ser muy conscientes los indignados. La violencia pende sobre nosotros, y cada vez más. Si no caemos en ella tendremos alguna opción de lograr algo. La violencia sólo interesa al sistema, el cual tiene su monopolio y todos los medios a su favor para ejercerla. Quiero pensar que es posible luchar contra ella de manera pacífica, pero hay que reconocer que es muy difícil no responder con cierta violencia cuando uno es golpeado con saña. Hasta ahora los indignados han demostrado gran valentía, coherencia y entereza al resistir frente a los golpes de manera pacífica, pero uno no puede evitar preguntarse por cuánto tiempo será posible evitar respuestas violentas.

El movimiento 15-M debe hacer todo lo posible para evitar cualquier tipo de violencia. Este tema debe ser tratado pormenorizadamente entre los indignados porque tarde o pronto el sistema intentará defenderse de la manera más violenta posible. A medida que el sistema se vea más y más amenazado responderá con más y más violencia. Como ya comenté en su día, en todos los actos públicos de los indignados deberían establecerse brigadas de voluntarios especialmente dedicadas a mantener el orden pacífico entre los ciudadanos que se apuntan a nuestra causa. Provocadores ya los hemos visto, y los veremos cada vez más. No podemos, no debemos, infravalorar al enemigo. El sistema se siente atacado y no renunciará al poder fácilmente. Si logramos que la inmensa mayoría de la gente se apunte activamente, de manera pacífica, a nuestra causa, que es la suya, pues la democracia es la causa del pueblo, de la inmensa mayoría (“somos el 99%” proclaman los indignados neoryorquinos), entonces el sistema tendrá más difícil reprimirnos. No debemos caer en las trampas que nos ponen. Y la violencia, provocada explícita o implícitamente, es la peor trampa.

Pero, por supuesto, la violencia física no es el único peligro que acecha a la #SpanishRevolution, a la #WorldRevolution. El sistema tiene muchos recursos para defenderse. Cuenta con todos los medios a su favor: el Estado (y toda su logística: la “justicia”, las policías, el ejército,…), el poder económico, los medios de comunicación más importantes, la tradición, la religión, etc. Cuenta también con la pasividad de las masas. Mientras una gran mayoría de ciudadanos se limite a ser espectadora y no actora, mientras tan sólo muestre simpatía por el movimiento 15-M, mientras no participe en él, la revolución no podrá avanzar. El gran reto del movimiento es canalizar la indignación generalizada, es erradicar la apatía de la mayor parte de la gente. Mucha gente ya ha empezado a desprenderse de ella, ¡pero todavía queda mucha más gente que debe hacerlo! El sistema es capaz de sobrevivir a las protestas mientras éstas no sean suficientemente masivas o persistentes. Los indignados debemos reclutar a mucha más gente para que actúe codo con codo con nosotros. La lucha debe ser masiva, intensa y continua. Debemos luchar de manera persistente pero también corremos el riesgo de cansar a la ciudadanía, de cansarnos nosotros mismos. Debemos, por consiguiente, ser flexibles en la lucha. Debemos luchar de manera sostenida en el tiempo, pero también debemos cambiar las formas de hacerlo.

Debemos ser imaginativos para lograr ese imprescindible equilibrio (continuidad en el fondo vs. variabilidad en las formas). Tan pronto deberemos manifestarnos (de distintas maneras), como acampar, como hacer asambleas populares, como realizar actos simbólicos, como llevar a cabo actos culturales, aquí y allá, en las ciudades y en los pueblos, en las calles, en las universidades, en las empresas,… Corremos el gran peligro de que nuestras protestas se vuelvan rutina, inofensivas para el sistema. También corremos el peligro de enfriar a las masas, al separar demasiado en el tiempo las grandes citas en la calle. Debemos evitar ambos extremos: cansar a la gente por hacer demasiado continuas y monótonas nuestras protestas, y enfriar a la gente por separar demasiado en el tiempo las grandes protestas. ¿Cómo lograrlo? Mediante una permanente presencia en las calles de intensidad media pero tampoco demasiado baja, una lucha permanente de más baja intensidad (actos contra los desahucios, puestos en las calles donde se explique las reivindicaciones y los actos más inmediatos de protesta, reparto de octavillas, promoción de páginas web de la prensa alternativa y del movimiento indignado, ciberactivismo,…), y también organizando cada cierto tiempo actos más masivos. Esto ya se está haciendo, pero a mi modo de ver, se requiere mayor presencia en las calles y el no separar tanto en el tiempo las grandes manifestaciones, además de complementar las actuales protestas con huelgas generales recurrentes. Ver el artículoRevitalizar el 15-M.

El salto cualitativo que se necesita es aglutinar a los distintos colectivos que pueden poner en jaque al sistema. El país, el sistema, debe ser paralizado. No es posible la revolución sin la participación activa de trabajadores, funcionarios, estudiantes, intelectuales, desempleados, etc., etc., etc. Las luchas parciales deben convertirse en una lucha global. Como siempre, el pueblo sólo es fuerte si está unido. Dado que el neoliberalismo desbocado está atacando a capas cada vez más amplias de la población, el movimiento 15-M, además de apoyar a cada lucha parcial, a cada colectivo atacado por los recortes, debe procurar que dichos colectivos se apunten a la causa común de la democracia real. Los ataques que se están produciendo a los distintos colectivos son una consecuencia de una democracia irreal. El lema “el pueblo unido jamás será vencido”, además de coreado, debe ser practicado. Cuando sea realmente practicado lograremos cambios sistémicos de cierta envergadura.

Otro de los peligros que acechan desde el principio al movimiento 15-M es el de ser subsumido por el sistema, que tantas veces ha absorbido, cual agujero negro, a quienes osaron cuestionarlo. Si no es posible marginar a los indignados, se intentará controlarlos desde dentro, se intentará domesticarlos. Tan pronto haya liderazgos más visibles, éstos correrán el serio riesgo de ser comprados por el sistema, de ser seducidos por él. Sobran ejemplos en la historia, incluso reciente, de semejantes traiciones personales. Están, de hecho, a la orden del día. Tan pronto el movimiento cayera en el error de formar un partido político, éste correrá el riesgo de ser asimilado y desactivado por el sistema, correrá el serio riesgo de perder el Norte. ¿Formar o no formar un partido político que recoja las reivindicaciones de los indignados? Éste es un gran dilema que se ha presentado desde el principio a los indignados. Es un tema de debate que no es nada fácil de resolver. Yo reconozco que no lo tengo del todo claro. Si bien la insistencia de ciertos guardianes ideológicos del sistema (me refiero a aquellos contertulios que acaparan los grandes medios de comunicación, que trabajan a sueldo del sistema, pues en éste el poder de la prensa es esencial) en que el 15-M se presente como partido a las elecciones nos da serias pistas acerca de lo que no hay que hacer. Por un lado, existe el peligro de que ninguna organización política canalice el sentir del 15-M, de que no lleguen a las instituciones personas u organizaciones que luchen desde dentro del sistema para cambiarlo. ¿Es posible cambiar el sistema sólo desde fuera? Por otro lado, existe el peligro de que un partido político que canalice el sentir de indignación ciudadana generalizado sea finalmente asimilado y anulado por el sistema, como tantas veces ha ocurrido.

Asimismo no está nada claro, a pesar de las simpatías despertadas entre la ciudadanía, que un partido del 15-M pudiera irrumpir con fuerza en las instituciones “democráticas” actuales, menos aun que pudiera romper el bipartidismo. Existe el claro riesgo de que en el hipotético caso de presentarse a unas elecciones y no sacar un porcentaje de votos significativo, un partido que abanderara el 15-M fuese desprestigiado por las urnas, lo cual daría argumentos al sistema para desarmar al movimiento ciudadano. El movimiento 15-M sólo acaba de empezar y necesita más tiempo para que la gran mayoría de la gente lo apoye realmente, se sienta identificado con él, lo cual se conseguirá cuando participe activamente en él. En un sistema donde se da voz primordialmente a los dos grandes partidos, dicho partido del 15-M tendría muy pocas posibilidades de dejar de ser marginal, anecdótico. ¿Qué le ha pasado a IU, UPyD y otros partidos minoritarios? ¿Han logrado algo concreto? Ni siquiera han podido evitar una reforma constitucional hecha a toda velocidad a espaldas del pueblo y sin el más mínimo debate (ni siquiera en las instituciones “democráticas”). El sistema lo tiene todo atado y bien atado. No teme a sus enemigos, siempre que éstos jueguen a su juego, siempre que las reglas del juego no cambien. El movimiento 15-M aspira a cambiar las propias reglas del juego. Esto es lo que más teme la oligarquía: que cambien las reglas del juego, que el juego sea limpio, realmente democrático. La oligarquía sólo puede sobrevivir con oligocracia. La democracia, la verdadera, es su enemigo más mortal.

¿Cómo evitar ambos peligros? ¿Cómo combatir simultáneamente el peligro de no poder luchar desde dentro del sistema y el peligro de ser subsumido por él? Como ya expliqué en El papel de la izquierda en la #SpanishRevolution, en mi opinión, la cual, por supuesto, puede estar equivocada, el movimiento 15-M no debe entrar en el actual juego político, es decir, no debe transformarse en un partido político, debe seguir siendo un movimiento ciudadano popular apartidista. Es la izquierda la que debe ir recogiendo y abanderando sus reivindicaciones para ser ella quien se “ensucie” en el juego político, para luchar contra el sistema también desde dentro del mismo. Afortunadamente, parece que poco a poco esto se está empezando a llevar a cabo. La mayoría de indignados se opone en las asambleas a formar un partido político y la izquierda real empieza, todavía de manera insuficiente, a recoger las demandas del 15-M. Yo creo que mediante la combinación de un movimiento ciudadano popular apartidista independiente y un frente de izquierdas unido (el cual aún está lejos de lograrse, si bien hay ciertos indicios de que está cada vez menos lejos), sí será posible combatir simultáneamente esos dos peligros de los que hablábamos.

O dicho de otra manera, la lucha debe hacerse tanto desde fuera del sistema como desde dentro de él. Los indignados deben hacerlo desde fuera de él, sin ensuciarse en un juego que está viciado de raíz, sin entrar en la lucha por el poder político. La izquierda auténtica, es decir, la que aspira a superar la actual sociedad capitalista, una izquierda unida pero plural, debe hacerlo desde dentro, luchando por el poder político, batallando en las instituciones, aprovechando los flancos legales del sistema, que nunca es perfecto. Los indignados no aspiran al poder, aspiran a cambiar radicalmente, de raíz, el sistema, para que realmente el poder lo tenga el pueblo, y no los mercados, no los bancos, no ciertas élites. La democracia es el gobierno de la mayoría respetando los derechos humanos elementales de cada individuo. La oligocracia, por el contrario, es el gobierno de las minorías. Pero que el movimiento 15-M no entre en el actual juego político no significa que no haga política. El movimiento 15-M no puede ser más político pues reivindica, entre otras cosas, un nuevo sistema político. No existe mayor lucha política que aquella que aspira a cambiar el sistema en sus mismas entrañas.

Otro peligro que acecha al movimiento 15-M, alentado por el sistema para que pierda el rumbo, es el de negar toda política, como el de negar toda democracia (al identificar erróneamente la actual “democracia”, que en verdad no lo es, que en verdad es oligocracia, con la democracia en general), como el de renunciar a la democracia representativa. Afortunadamente, estos peligros “negacionistas”, consistentes en negar ciertos conceptos teóricos por su aplicación práctica tergiversada, en confundir lo que ha sido con lo que puede ser, en renunciar a lo que puede o debe ser por lo que ha sido, en pensar que cierto concepto sólo puede aplicarse de la manera en que ha sido aplicado, hasta el momento, han sido superados, pero siempre acecharán. El sistema desea presentar a los indignados ante la opinión pública como negadores de toda democracia, de toda democracia representativa, de todo Estado, de toda convivencia social. El sistema desea que el movimiento 15-M pierda el Norte y reivindique lo imposible, la utopía inalcanzable, lo irrealista. Que pida demasiado demasiado pronto, si no es posible que se conforme con lo intrascendente, lo inofensivo. Si no es posible que el movimiento 15-M se ciña a ciertas reformas de poco calado, perfectamente asumibles por el sistema, que no podrían cambiarlo en su esencia más profunda, como una simple reforma de la ley electoral o como el establecer listas abiertas, el sistema procurará que dicho movimiento se radicalice para pedir cosas imposibles de obtener en un plazo de tiempo razonable. Lo verdaderamente importante para el sistema es evitar cambios (a mejor para el pueblo) sustanciales pero posibles a corto plazo. El sistema procura que no sean sustanciales o que sean a muy largo plazo, que se pospongan indefinidamente. Por supuesto, en toda revolución existe el peligro de que el sistema ceda momentáneamente un mínimo para volver a la carga cuando las aguas se tranquilicen, que dé un paso atrás para posteriormente volver a dar dos pasos adelante (atrás para la mayoría, lo que es avance para las minorías es retroceso para la mayoría). Cuando suenan truenos revolucionarios quienes permanecían callados ante la involución, o peor aún la dirigían, de repente, reivindican el reformismo. Así ha hecho y hace la socialdemocracia. Cuando gobierna aplica el programa capitalista, ahora incluso neoliberal, cuando no hay peligro revolucionario no sólo no aplica su programa reformista sino que contribuye a la involución (lo ocurrido con Zapatero no puede extrañar a quien tiene un poco de memoria histórica), pero luego cuando arrecian vientos de cambios más profundos empieza a hablar de ciertas reformas para contener a aquellos, para canalizarlos hacia derroteros asumibles por el sistema.

Por supuesto que existen socialdemócratas sinceros, pero pecan de ingenuidad al no darse cuenta de que los gobiernos pretendidamente socialdemócratas son en verdad la más sutil y eficaz línea de defensa del sistema capitalista para contener a las clases populares engañándolas, para salvar al capitalismo. Tras años de gobiernos socialdemócratas el socialismo no sólo no ha avanzado, sino que el capitalismo se ha afianzado. Es un insulto a la inteligencia de cualquier persona que aún tenga un poco de dignidad que un partido que tanto ha contribuido al afianzamiento del capitalismo siga usando las palabras “socialista” y “obrero” en su denominación. ¡Si su fundador Pablo Iglesias levantara la cabeza! Repito que dado lo acontecido recientemente, y a lo largo de toda la historia del siglo XX, no es posible llegar a otra conclusión: la socialdemocracia sólo ha servido para evitar la revolución, para salvaguardar el capitalismo. A los hechos podemos remitirnos. Los hechos hablan por sí solos. No es casual que ahora el partido “socialista” haga guiños al movimiento 15-M, después de reprimirlo, después de obviarlo. No es casualidad que ahora el partido “socialista” adopte un discurso más izquierdista. Quien ha sido mano derecha del presidente Zapatero, quien ha sido uno de los hombres fuertes del gobierno, ahora dice que va a hacer una política diferente si gana en las próximas elecciones. Desgraciadamente, aún hay demasiada gente que se deja engañar por tales artimañas. El bipartidismo sobrevivirá mientras haya demasiada gente que prefiera votar a lo menos malo, cuando en verdad no hay diferencias entre lo malo y lo menos malo. Si elegimos entre malo y menos malo siempre tendremos algo malo, nunca saldremos del círculo vicioso, no escaparemos de la trampa bipartidista. ¿Qué es peor el lobo o el lobo vestido de oveja? El batacazo del PSOE es bastante probable, pero no creo que el bipartidismo se rompa a corto plazo. ¡Ojalá me equivoque!

Lo realmente importante, y aquí radica el verdadero peligro del movimiento 15-M para la oligarquía, para las élites que nos gobiernan, para la plutocracia vestida de democracia, es cambiar el sistema. Como se decía en la Puerta del Sol en aquellos días de mayo: “Ni cara A ni cara B, queremos cambiar de disco”. El cambio no es que vuelva al gobierno aquel partido que ya ha gobernado. No hay cambio cuando en los gobiernos siempre gobiernan los mismos. El cambio auténtico que se necesita es un nuevosistema político. Necesitamos cambiar de disco. ¿Quién se cree que el PSOE hará una política diferente si vuelve a ganar en las próximas elecciones? ¿No ha tenido ya suficientes ocasiones para aplicar otro tipo de políticas? ¿Por qué no lo ha hecho? ¿Quién se cree que el PP hará una política diferente? Las “diferencias” entre los dos principales partidos, que acaparan el poder político porque monopolizan el sistema político, son simplemente de matices, en el mejor de los casos. El capital duerme tranquilo mientras gobierne cualquiera de sus dos partidos, los cuales son financiados por él. El 15-M, como ya han afirmado algunos dirigentes políticos más sinceros, es para el capital, para el actual sistema oligárquico, una pesadilla que espera erradicar, una “broma” de mal gusto. Por primera vez en muchos años, el sistema está nervioso, tiene miedo. ¡Y eso que sólo acabamos de empezar! Cuanto más nervioso se ponga el sistema, mejor lo estamos haciendo. ¡Pero debemos conseguir que se ponga todavía mucho más nervioso! La “pesadilla” debe convertirse en una nueva realidad.

  1. Liderazgo vs. espontaneidad

Uno de los puntos fuertes del movimiento nacido el 15 de mayo en el Estado español (como en el resto de revoluciones surgidas en distintos países en los últimos meses), pero al mismo tiempo uno de sus posibles puntos débiles, es la falta de liderazgo, la horizontalidad. Esta incipiente revolución ha nacido con tintes claramente anarquistas, por lo menos en cuanto a la manera de organizarse, no tanto en lo que reivindica. Por un lado es positivo que no haya grandes liderazgos, pues así el movimiento depende menos de ciertas personas concretas, es más democrático. Las traiciones personales son así menos probables, o por lo menos tienen menos impacto. Pero, por otro lado, el exceso de espontaneidad, es decir, el defecto de organización, es también peligroso pues no es posible vencer a un enemigo poderoso sin suficiente coordinación, sin una clara estrategia. En cualquier guerra vence el ejército más poderoso, y, en igualdad de condiciones, el mejor organizado. No es posible que un ejército desorganizado, indisciplinado, venza a un ejército bien organizado, disciplinado. Ésta es una lección histórica que no puede obviarse. Todas las revoluciones de corte anarquista, todas, duraron apenas unos pocos meses, en el mejor de los casos. El Estado burgués, capitalista, o como demonios se quiera denominar, nunca ha consentido, ni nunca consentirá, que los ciudadanos se autogobiernen. Dicho Estado no consiente una sociedad distinta dentro de la suya. La conquista del poder político, del Estado, es ineludible para el pueblo.

Existen ciertas tendencias anarquistas dentro del movimiento 15-M que apuntan hacia el autogobierno a corto plazo, es decir, que defienden que los ciudadanos pueden convivir al margen del Estado, que pueden prescindir de él de manera más o menos inmediata. Esta tendencia es muy peligrosa porque obvia el principal obstáculo que siempre ha habido para superar la actual sociedad capitalista, para la revolución social: la burguesía no se queda de brazos cruzados. Las élites harán todo lo posible para evitar perder el control de la sociedad. Las élites no pueden ser élites si el rebaño de ovejas se autogobierna. No es peligroso que unos cuantos ciudadanos monten una comuna más o menos aislada del resto de la sociedad, sin embargo, cuando ya son muchos ciudadanos los que aspiran a prescindir del Estado, la cosa cambia mucho. Desgraciadamente, el autogobierno no podrá alcanzarse hasta despojar a las actuales élites de su dominio político y económico. La revolución social no será posible sin la revolución política. No sabemos si la sociedad será capaz de organizarse en determinado momento prescindiendo del Estado, por lo menos tal como éste es en la actualidad, pero sí podemos estar seguros de que no será posible intentarlo si primero el pueblo no conquista el poder político, si primero no conquista el Estado. Debe haber una transición, más o menos larga, más o menos dura, desde la sociedad actual a cualquier sociedad futura. De esto ya advirtieron en su día Marx o Lenin. Sin embargo, ellos se equivocaron en la manera de plantear la cuestión, no en la necesidad de que el proletariado, es decir, la inmensa mayoría trabajadora, conquistara el Estado, sino en la solución planteada, en el cómohacerlo. No puedo en este artículo desarrollar todo lo que quisiera esta cuestión, la cual explico resumidamente en el artículo Democracia vs. Oligocracia. A él remito por no extenderme demasiado.

El liderazgo, como casi todo en la vida, es bueno dentro de unos márgenes. Tan peligroso es la falta del mismo como su exceso, lo mismo puede decirse en general de la organización revolucionaria. Las revoluciones de corte marxista-leninista lograron por lo menos alcanzar el poder político, posibilitaron el intento de superar el capitalismo, pero el exceso de liderazgo y disciplina, entre otros motivos, posibilitaron al mismo tiempo que la revolución se transformara en contrarrevolución. Este debate del liderazgo, de la organización, frente al espontaneísmo de las masas es bien viejo (pero sigue muy vigente, no está resuelto). En general, podemos decir que no es posible una revolución triunfante sin cierto equilibrio entre liderazgo, es decir, organización revolucionaria, es decir, vanguardia organizada, y espontaneísmo de las masas. A la historia podemos remitirnos. En mi último libro ¿Reforma o Revolución? Democracia (especialmente en el capítulo La necesidad e inevitabilidad de las vanguardias) hablo sobre todas estas cuestiones con todo detalle, analizando minuciosamente las experiencias históricas revolucionarias, especialmente el caso de la URSS. El problema se resolverá cuando logremos en la práctica dicho equilibrio.

No debemos despreciar la experiencia práctica adquirida por el proletariado, por las clases populares, por la humanidad en general, en su lucha por una sociedad más libre y justa. El movimiento 15-M, protagonizado por muchos jóvenes, el cual también huye de todo lastre del pasado (lo cual me parece muy positivo), de los errores cometidos por la izquierda, corre, sin embargo, el peligro de caer en el extremo opuesto: no considerar los aciertos del pasado con tal de no volver a reproducir los errores, desechar tododel pasado. El futuro no debe estar hipotecado al pasado, pero tampoco puede construirse dándole la espalda. Hay que aprender del pasado, hay que retomar los aciertos y hay que corregir los errores. No debemos caer en la ingenuidad de reinventar la rueda. Si despreciamos la experiencia adquirida en el pasado, corremos el serio riesgo de volver a cometer los mismos errores, o incluso de cometer errores aún más básicos. Éste es un peligro que amenaza muy seriamente al movimiento 15-M, preso a veces de cierta inocencia. ¿Cómo evitarlo? Estudiando el pasado, conociendo (de manera crítica) “viejas” ideologías, que en verdad siguen muy vigentes, escuchando a los que tienen más experiencia (siempre de manera crítica) en luchas sociales y políticas. La izquierda auténtica tiene mucho que aportar al movimiento, aunque sólo sea para asesorarlo, para intentar orientarlo, pero siempre que lo haga sin afán de superioridad (pues la izquierda ha fracasado, no ha logrado, como sí lo ha hecho el movimiento 15-M, canalizar el descontento de la ciudadanía), siempre que esa comunicación entre personas, entre organizaciones, sea de igual a igual, con toda humildad. Todos tenemos mucho que enseñar y mucho que aprender. Los jóvenes de los mayores, éstos de aquéllos.

Uno de los peores errores en el que puede caer el movimiento 15-M es el de la autocomplacencia, el de pensar que esto ya es imparable, que la historia ya no puede cambiarla nadie (nada en la historia humana es irreversible), el de pensar que ya se ha logrado mucho (que indudablemente así ha sido, hemos logrado que salte la chispa, pero la chispa puede apagarse, la chispa debe avivarse, aún no se ha logrado realmente nada concreto, el camino es largo y duro, sólo hemos arrancado), el de pensar que nadie puede decirle qué se debe o no debe hacer, el de desechar la experiencia ajena, de tanta y tanta gente que lleva muchos años luchando. El movimiento 15-M debe nutrirse tanto del vigor y la frescura de la juventud como de la voz de la experiencia de los no tan jóvenes. Una de las claves para que la revolución avance con firmeza es practicar el librepensamiento, la crítica (constructiva) y la autocrítica (sin las cuales es imposible superar los inevitables errores, pues nadie es perfecto), es practicar el debate de igual a igual entre todas las ideas, todas las tendencias, es practicar la libertad y la democracia para alcanzarlas. El fin y los medios se interrelacionan íntimamente. El fin está contenido en los medios.

¿Cómo combatir el peligro del defecto del liderazgo al mismo tiempo que el peligro del exceso de liderazgo? Mediante liderazgos democráticos, elegidos en asambleas populares, liderazgos rotatorios, revocables en cualquier momento, controlados en todo momento por las bases. “Liderazgos” que sean casi sólo portavocías, que sean las encargadas de hablar en nombre de los indignados ante los grandes medios de comunicación, ante la opinión pública (alguien tendrá que hacerlo, no podremos hacerlo todos los indignados simultáneamente, de hecho, ya hay quienes lo están haciendo), personas encargadas de ejecutar las decisiones tomadas en asambleas populares, personas cuya función básica sea coordinar acciones conjuntas. El movimiento 15-M necesita imperativamente designar democráticamente una red de portavoces y coordinadores a todas las escalas, desde la más local (barrios) a la más global (Estado). A su vez habrá que coordinarse internacionalmente. Sin coordinación, sin organización, no hay revolución. Remito a mis artículos #SpanishRevolution 5.0: La importancia de la portavocía y #SpanishRevolution 5.1: La importancia de la portavocía (II).

Si somos conscientes de los peligros que nos acechan, podremos combatirlos mejor. La lucha por la democracia nos concierne a todos, a casi todos. Entre todos podemos. Quien escribe estas líneas ha intentado todo lo posible aportar su granito de arena. ¿Y tú qué opinas lector, tú qué opinas lectora?

Blog del autor: http://joselopezsanchez.wordpress.com/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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Vaya a votar: Anulando el voto hacemos patria

28 Sep

¿Alguien duda de mi amor eterno por mi país? Creo que no, en su propio momento, en lo más difícil,de la guerra yo tomé la decisión de quedarme, por amor a este pedazo de tierra. Sigo aquí, por afecto a esta patria, a pesar de todo.

Hoy, por amor, por cariño, por creer que nos merecemos algo mejor, he tomado otra decisión: Anular mi voto. ¿Por qué?

Lydia Cacho, una periodista mexicana (México sufre igual que El Salvador de la plaga de políticos que solo se enriquecen sin trabajar)  dice:  «El abstencionismo es abulia, el voto en blanco es una acción ciudadana, un acto de libertad, una rebelión pacífica, un acto de congruencia, un acto de civismo.» Un acto de solidaridad con mis principios y mis creencias, debo agregar.

Carlos Loret de Mola, otro mexicano, dice:  «Este reportero no se siente representado por nadie. Y por eso voy a ir a votar, a anular la boleta, para demostrar que el problema no es con la forma de organizarse, sino con quienes se las dan de organizadores.»

Alguna vez pensé en no ir a votar, pero me di cuenta que eso no me da derecho a nada.  Solo a llorar. Con el voto nulo envío mensaje «No estoy conforme».

¿Que ofrecen los partidos? Lo mismo de siempre, palabras mas, palabras menos, lo mismo. A mí, ningún partido me representa, así se rasguen las vestiduras quienes quieran, pueden ir a votar los que deseen y votar por su color, por su partido, por su mentira o por su conveniencia.

Yo quiero tener pensamiento propio, quiero ser ciudadano, quiero ser leal a mi país.Mi voto, es nada, es uno solo entre los varios millones de votos de salvadoreños. Pero… estoy seguro que habremos cientos de miles que soñamos con hacer valer nuestra elección. Yo, no me vendo a ningun partido, no tengo compromiso con nadie, a ningun partido le debo nada,  por el contrario, me deben.

Esta es mi manera de cobrar.

tomado de: http://juliomartinez.espacioblog.com/

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Chávez, Evo y Obama (Segunda parte y final)

27 Sep

cubadebate.cu

Si nuestro Premio Nobel se autoengaña, algo que está por probar, ello tal vez explique las increíbles contradicciones de sus razonamientos y la confusión sembrada entre sus oyentes.

No hay un ápice de ética, y ni siquiera de política, en su intento de justificar su anunciada decisión de vetar cualquier resolución a favor del reconocimiento de Palestina como Estado independiente y miembro de Naciones Unidas. Hasta políticos, que en nada comparten un pensamiento socialista y encabezan partidos que fueron estrechos aliados de Augusto Pinochet, proclaman el derecho de Palestina a ser miembro de la ONU.

Las palabras de Barack Obama, sobre el asunto principal que hoy se discute en la Asamblea General de esa organización, sólo pueden ser aplaudidas por los cañones, los cohetes y los bombarderos de la OTAN.

El resto de su discurso son palabras vacías, carentes de autoridad moral y de sentido. Observemos por ejemplo cuan huérfanas de ideas fueron, cuando en el mundo hambriento y saqueado por las transnacionales y el consumismo de los países capitalistas desarrollados Obama proclama:

“Para superar las enfermedades hay que mejorar los sistemas de salud.  Continuaremos luchando contra el SIDA, la tuberculosis y el paludismo; nos centraremos en la salud de los adultos y niños, y hay que detectar y luchar contra cualquier peligro biológico como el H1N1, o una amenaza terrorista o una enfermedad.”

“Las acciones en materia de cambio climático:  Debemos utilizar los recursos escasos, y continuar el trabajo para construir, en base a lo que se hizo en Copenhague y Cancún, para que las grandes economías continúen con su compromiso.  Juntos debemos trabajar para transformar la energía que es el motor de las economías y apoyar a otros que avanzan en sus economías.  Ese es el compromiso para las próximas generaciones, y para garantizar que las sociedades logren sus potencialidades debemos permitir que los ciudadanos también logren sus potencialidades.”

Todo el mundo sabe que Estados Unidos no firmó el Protocolo de Kyoto y ha saboteado todos los esfuerzos por preservar la humanidad de las terribles consecuencias del cambio climático, a pesar de ser el país que consume una parte considerable y desproporcionada del combustible y los recursos mundiales.

Dejemos constancia de las palabras idílicas con que pretendía engatusar a los hombres de Estado allí reunidos:

“No hay ni una línea recta, ni un solo camino hacia el éxito, venimos de distintas culturas y tenemos distintas historias; pero no podemos olvidar que cuando nos reunimos aquí como jefes de distintos gobiernos, representamos a ciudadanos que comparten las aspiraciones básicas, las mismas:  vivir en dignidad y en libertad; tener educación y lograr las oportunidades; amar a sus familias, y amar y venerar a sus dioses; vivir en una paz que hace que la vida valga la pena ser vivida; la naturaleza de un mundo imperfecto hace que hayamos aprendido estas lecciones cada día.”

“…porque los que vinieron antes que nosotros creían que la paz es mejor que la guerra, y la paz es mejor que la represión, y que la prosperidad es mejor que la pobreza.  Ese es el mensaje que viene, no de las capitales, sino de los pueblos, de la gente, y cuando el pilar de esta institución se fundó, Truman vino y dijo:  Las Naciones Unidas básicamente es la expresión de la naturaleza moral de las aspiraciones del ser humano.  Vivimos en un mundo que cambia a una gran velocidad, esta es una lección que nunca debemos olvidar.  La paz es difícil, pero sabemos que es posible, por eso es que juntos debemos decidirnos para que esto sea definido por las esperanzas y no los temores.  Juntos debemos lograr la paz, una paz que sea duradera.

“Muchísimas gracias.”

Escucharlas hasta el final merece algo más que gratitud; merece un premio.

Como ya expresé, en las primeras horas de la tarde correspondió el uso de la palabra a Evo Morales Ayma, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, quién entro rápidamente en los temas esenciales.

“…hay una clara diferencia sobre la cultura de la vida frente a la cultura de la muerte; hay una clara diferencia sobre la verdad frente a la falsedad, una profunda diferencia de la paz frente a la guerra.”

“…siento que va a ser difícil entendernos con políticas económicas que concentran el capital en pocas manos.  Los datos demuestran que el 1% de la población en el mundo concentra el 50% de las riquezas.  Si hay esas profundas diferencias, ¿cómo podría resolverse la pobreza?  Y si no acabamos con la pobreza, ¿cómo podría garantizarse una paz duradera?”

“De niño me acuerdo perfectamente que antes, cuando había una rebelión de los pueblos contra un sistema capitalista, contra los modelos económicos de saqueo permanente de nuestros recursos naturales, a los dirigentes sindicales, a los líderes políticos de tendencia izquierdista les acusaban de comunistas para detenerlos; a las fuerzas sociales las intervenían militarmente:  confinamientos, exilios, matanzas, persecuciones, encarcelamientos, acusados de comunistas, de socialistas, de maoístas, de marxista-leninistas.  Siento que eso ahora ha terminado, ahora ya no nos acusan de marxista-leninistas, sino ahora tienen otros instrumentos como el narcotráfico y el terrorismo…”

“…preparan intervenciones cuando sus presidentes, cuando sus gobiernos, cuando los pueblos no son procapitalistas ni proimperialistas.”

“…se habla de una paz duradera.  ¿Cómo puede haber una paz duradera con bases militares norteamericanas?  ¿Como puede haber paz duradera con intervenciones militares?”

“¿Para qué sirven estas Naciones Unidas, si aquí un grupo de países deciden intervenciones, matanzas?”

“Si quisiéramos que esta organización, las Naciones Unidas, tenga autoridad para hacer respetar las resoluciones, pues tenemos que empezar a pensar en refundar las Naciones Unidas…”

“Cada año en las Naciones Unidas deciden -casi el ciento por ciento de las naciones, excepto Estados Unidos e Israel- desbloquear, acabar con el bloqueo económico a Cuba, ¿y quién hace respetar eso?  Por supuesto, el Consejo de Seguridad jamás va a hacer respetar esa resolución de Naciones Unidas […] No puedo entender cómo en una organización de todos los países del mundo sus resoluciones no se respetan.  ¿Qué es Naciones Unidas?”

“Quiero decirles que Bolivia no está de espaldas al reconocimiento de Palestina en Naciones Unidas.  Nuestra posición es que Bolivia da la bienvenida a Palestina a las Naciones Unidas.”

“Ustedes saben, amables oyentes, que yo vengo del Movimiento Campesino Indígena, y nuestras familias cuando hablan de una empresa se piensa que la empresa tiene mucha plata, carga mucha plata, son millonarios, y no podían entender cómo una empresa pida al Estado, que se le preste plata para la inversión correspondiente.

“Por eso digo que estas entes financieras internacionales son las que hacen negocio mediante las empresas privadas; ¿pero quiénes tienen que pagar eso? Justamente son los pueblos, los Estados.”

“…Bolivia con Chile, tenemos una demanda histórica para retornar al mar con soberanía al Pacífico, con soberanía.  Por eso, Bolivia ha tomado la decisión de acudir a tribunales internacionales, para demandar una salida útil soberana al océano Pacífico.

“La Resolución 37/10 de la Asamblea General de la ONU, 15 de noviembre de 1982, establece que ‘acudir a un Tribunal Internacional de Justicia para resolver litigios entre Estados no debe ser considerado como un acto inamistoso.’

“Bolivia se ampara en el derecho y la razón para acudir a un Tribunal Internacional, porque su enclaustramiento es producto de una guerra injusta, una invasión.  Demandar una solución en el ámbito internacional representa para Bolivia la reparación de una injusticia histórica.

“Bolivia es un Estado pacifista que privilegia el diálogo con los países vecinos, y por ello mantiene abiertos los canales de negociación bilateral con Chile, sin que ello signifique renunciar a su derecho de acudir a un Tribunal Internacional…”

“Los pueblos no son responsables del enclaustramiento marítimo de Bolivia, los causantes son las oligarquías, las transnacionales que como siempre se adueñan de sus recursos naturales.

“El Tratado de 1904 no aportó a la paz ni a la amistad, ocasionó que por más de un siglo Bolivia no acceda a un puerto soberano.”

“…en la región América se gesta otro movimiento de los países de Latinoamérica con el Caribe, yo diría una nueva OEA sin Estados Unidos, para liberarnos de ciertas imposiciones, felizmente, con la pequeña experiencia que tenemos en UNASUR. […] ya no necesitamos, si hay algún conflicto de países […]  que vengan desde arriba y afuera a poner orden.”

“También quiero aprovechar esta oportunidad sobre un tema central:  la lucha contra el narcotráfico.  La lucha contra el narcotráfico es usado por el imperialismo norteamericano con fines netamente políticos.  La DEA de Estados Unidos en Bolivia no luchaba contra el narcotráfico, controlaba el narcotráfico con fines políticos.  Si había algún dirigente sindical, o había algún dirigente político antiimperialista, para eso estaba la DEA:  para implicarlo. Muchos dirigentes, muchos políticos nos salvamos de esos trabajos tan sucios desde el imperio para implicarnos en el narcotráfico.  Hasta ahora siguen todavía intentándolo.”

“Las semanas pasadas decían algunos medios de comunicación desde Estados Unidos, que el avión de la presidencia estaba detenido con rastros de cocaína en Estados Unidos.  ¡Qué falso!, tratan de confundir a la población, tratan de hacer una campaña sucia contra el gobierno, incluso contra el Estado.  Sin embargo, ¿qué hace Estados Unidos?  Descertifica a Bolivia y a Venezuela.  ¿Qué autoridad moral tiene Estados Unidos para certificar o descertificar a los países en Suramérica o en Latinoamérica?, cuando Estados Unidos es el primer consumidor de drogas del mundo, cuando Estados Unidos es uno de los productores de marihuana del mundo, primer productor de marihuana del mundo […] ¿Con qué autoridad puede certificar o descertificar?  Es otra forma de cómo amedrentar o intimidar a los países, tratar de escarmentar a los países.  Sin embargo, Bolivia, con mucha responsabilidad, va luchando contra el narcotráfico.

“En el mismo informe de Estados Unidos, es decir, del Departamento de Estado de Estados Unidos reconoce una reducción neta del cultivo de coca, que ha mejorado la interdicción.

“¿Pero dónde está el mercado?  El mercado es el origen del narcotráfico y el mercado está aquí.  ¿Y quién descertifica a Estados Unidos porque no ha bajado el mercado?

“En la mañana, el presidente Calderón, de México, decía que el mercado de la droga sigue creciendo y por qué no hay responsabilidades para erradicar el mercado. […] Hagamos una lucha bajo una corresponsabilidad compartida. […] En Bolivia no tenemos miedo, y hay que acabar con el secreto bancario si queremos hacer una lucha frontal contra el narcotráfico.”

“…Una de las crisis, al margen de la crisis del capitalismo, es la crisis alimentaria. […] tenemos una pequeña experiencia en Bolivia:  se da créditos a los productores de arroz, maíz, trigo y soya, con cero por ciento de interés, e incluso ellos pueden pagar con sus productos su deuda, se trata de alimentos; o créditos blandos para fomentar la producción.  Sin embargo, las bancas internacionales nunca toman en cuenta al pequeño productor, nunca toman en cuenta las asociaciones, las cooperativas, que muy bien pueden aportar si se les da la oportunidad. […] Tenemos que terminar con el comercio llamado de competitividad.

“En una competencia, ¿quién gana?, el más poderoso, el que tiene más ventajas, siempre las transnacionales, ¿y qué es del pequeño productor?, ¿qué es esa familia que quiere surgir con su propio esfuerzo? […] En una política de competitividad seguramente nunca vamos a resolver el tema de la pobreza.

“Pero, finalmente, para terminar esta intervención quiero decirles que la crisis del capitalismo ya es impagable. […] La crisis económica del capitalismo no solo es coyuntural, sino es estructural, ¿y qué hacen los países capitalistas o los países imperialistas?, buscan cualquier pretexto para intervenir en un país y para recuperar sus recursos naturales.

“Esta mañana el Presidente de Estados Unidos decía que Iraq ya se liberó, se van a gobernar ellos.  Los iraquíes podrán gobernarse, ¿pero el petróleo de los iraquíes en manos de quién está ahora?

“Saludaron, dijeron que se acabó la autocracia en Libia, ahora es la democracia; puede haber la democracia, ¿pero el petróleo de Libia en manos de quién quedará ahora? […] los bombardeos no eran por culpa de Gaddafi, por culpa de unos rebeldes, sino que es buscando el petróleo de Libia.”

“…Por tanto, su crisis, la crisis del capitalismo, la quieren superar, la quieren enmendar recuperando nuestros recursos naturales, en base a nuestro petróleo, en base a nuestro gas, nuestros recursos naturales.

“…tenemos una enorme responsabilidad:  defender los derechos de la Madre Tierra.”

“…la mejor forma de defender los derechos humanos es ahora defendiendo los derechos de la Madre Tierra […] aquí tenemos una enorme responsabilidad de aprobar los derechos de la Madre Tierra.  Recién hace 60 años aprobaron la Declaración Universal de los Derechos Humanos.  Recién hace 60 años atrás se han dado cuenta en las Naciones Unidas que también el ser humano tiene sus derechos.  Después de los derechos políticos, los derechos económicos, los derechos de los pueblos indígenas, ahora tenemos la enorme responsabilidad de cómo defender los derechos de la Madre Tierra.

“También estamos convencidos de que el crecimiento infinito en un planeta finito es insostenible e imposible, el límite del crecimiento es la capacidad degenerativa de los ecosistemas de la Tierra. […] hacemos un llamado a […] un nuevo decálogo de reivindicaciones sociales:  en sistemas financieros, sobre los recursos naturales, sobre los servicios básicos, sobre la producción, sobre la dignidad y la soberanía, y con esta base empezar a refundar a las Naciones Unidas para que las Naciones Unidas sean la máxima instancia para la solución en temas de paz, en temas de pobreza, en temas de dignidad y soberanía de los pueblos del mundo.”

“Esperamos que esta experiencia vivida como Presidente pueda servir de algo para todos nosotros, como también yo vengo a aprender de muchos de ustedes para seguir trabajando por la igualdad y la dignidad del pueblo boliviano.

“Muchísimas gracias.”

Después de los medulares conceptos de Evo Morales, el Presidente de la Autoridad Nacional Palestina Mahmud Abbas, al que concedieron el uso de la palabra dos días después, expuso los dramáticos sufrimientos de los habitantes de Palestina: “…la crasa injusticia histórica perpetrada con nuestro pueblo, por ello se convino establecer el Estado de Palestina en solo un 22% del territorio de la Palestina y, sobre todo, el territorio palestino que ocupó Israel en 1967. Tomar ese paso histórico, que aplaudieron los Estados del mundo, permitió condescender sobre manera para lograr una contemporización histórica, que permitiría que se lograra la paz en la tierra de la paz.”

“[…] Nuestro pueblo continuará con la resistencia pacífica popular a la ocupación de Israel, sus asentamientos y su política de apartheid, así como la construcción del muro de anexión racista […] armado con sueños, valor, esperanza y lemas ante la faz de tanques, gas lacrimógeno, buldóceres y balas.”

“…queremos darles la mano al gobierno y al pueblo israelí para la imposición de la paz, y les digo:  construyamos juntos, de manera urgente, un futuro para nuestros hijos en el que puedan gozar de libertad, de seguridad y de prosperidad. […] Construyamos relaciones de cooperación que se basen en la paridad, la equidad y la amistad entre dos Estados vecinos, Palestina e Israel, en vez de políticas de ocupación, asentamientos, guerra y eliminación del otro.”

Ha transcurrido casi medio siglo desde aquella brutal ocupación promovida y apoyada por Estados Unidos. Sin embargo, apenas transcurre un día sin que el muro se levante, monstruosos equipos mecánicos destruyan viviendas palestinas y algún joven, e incluso adolescente palestino, caiga herido o muerto.

¡Cuan profundas verdades contenían las palabras de Evo!

Fidel Castro Ruz

Septiembre 26 de 2011

10 y 32 p.m.

Galería

Entrevista a Pedro Brieger: “Los poderosos medios de comunicación han perdido credibilidad”

22 Sep

Pedro Brieger

Una agitada agenda desarrolló el periodista y sociólogo argentino Pedro Brieger en suelo chileno, que incluyó visitas a universidades y colegios movilizados. En la víspera de su regreso a Buenos Aires, Brieger nos habló de su interés por el proceso que se vive en Chile y sobre el papel de los grandes medios en los nuevos escenarios políticos.

Se dice que los medios hegemónicos argentinos presentan una imagen ejemplar de Chile y de su modelo económico. ¿Cambió el enfoque de estos medios con la crisis en la educación?

Hay medios que han tenido una afinidad ideológica con el modelo económico y social de Chile, como el diario La Nación, no necesariamente Clarín. Pero si es verdad que en los grandes medios se suele citar a Chile como un ejemplo. En realidad hay un problema que va más allá de Chile, y es que muchos medios, políticos y comunicadores sociales hablan bien de Chile para hablar mal del gobierno argentino. No es que sepan mucho de Chile. Suelen decir “el gobierno argentino hace todo mal, no somos un país serio como Brasil, Chile y Uruguay”. Y no explican en que es serio Chile, Uruguay o Brasil. Es más una consigna. He tenido la oportunidad de entrevistar a políticos y cuando elogiaban el modelo chileno les preguntaba ¿qué está elogiando?

En este tiempo se habla mucho más de Chile. Sin pedantería ni falsa modestia, creo que instalé el tema de las protestas sociales en Chile en los medios argentinos, porque fui el primero que comenzó a hablar, porque lo seguía de cerca.
Cómo decía ayer en la Casa Central de la Universidad de Chile, no me conformo con los despachos de las agencias. Sigo Otra Prensa, El Ciudadano, El Mostrador, El Clarín de Chile, la prensa del sur, cuando fue el conflicto de HidroAysén.

– En tu última columna te preguntas si caminamos hacia una refundación. ¿Es posible transformar un país con los mismos medios de comunicación herederos del autoritarismo, esencialmente conservadores, que ejercen una suerte de monopolio ideológico? ¿Hasta que punto funcionan como un dique de contención a los procesos de cambio?

Si bien esto es cierto, también es verdad que muchos medios de comunicación -no todos- se acomodan. Cuando cayó el gobierno de Ben Alí en Túnez o Mubarak en Egipto, casi de la noche a la mañana medios que eran afines a un gobierno que estaba hace treinta años, se convirtieron en grandes demócratas, en periódicos abiertos, casi como si siempre hubieran estado a la vanguardia en contra del régimen. Otros no, porque responden a cuestiones ideológicas muy profundas.

Creo que el rol de los medios alternativos es muy importante.
Hay que tomar en cuenta que Evo Morales tiene a todos los medios en contra y gana una elección tras otra, Rafael Correa tiene a la inmensa mayoría de los medios en contra y gana las elecciones. También ocurre con Chávez, Lula, con Cristina Fernández, y ganan.

Crisis de los medios

Creo que hoy hay una crisis en los medios de comunicación, en los poderosos medios de comunicación, entre otras cosas porque han perdido credibilidad. Esta consigna “la tele miente” que se levanta en Chile es similar a la que se levanta en Argentina, “Clarín miente”. Clarín ha perdido una parte importante de sus lectores. Hoy Clarín casi se ha convertido en un partido político opositor al gobierno de Cristina Fernández, ya no es un diario.
Cuando se dice que algunos medios de comunicación reemplazan a los partidos políticos desacreditados, eso es real.

-¿Cómo en Venezuela?

Así es. Lo que pasa es que al ocupar los medios, este rol opositor a ultranza que tenían los partidos políticos, también muchos de estos medios han perdido credibilidad. Si bien la objetividad no existe, han dejado esa fachada de objetividad. Las tapas del diario Clarín en contra del gobierno, en algunos casos son operaciones políticas.

Por eso creo que hay un nuevo debate sobre el periodismo. Las redes sociales y las formas alternativas de comunicación ha contribuído mucho. Cuando Otra Prensa hace la denuncia respecto de los encapuchados y cómo reacciona TVN -que lo comenté en la televisión- es altamente significativo. Un pequeño medio alternativo que instala la denuncia de como los medios tradicionales, con décadas de ejercicio del periodismo, están haciendo manipulaciones políticas. Y esto lo hace en muchos casos gente sin experiencia en medios de comunicación, eso es interesante.

Ley de Medios

-¿Cuál es la valoración que haces de la Ley de Medios argentina?

Creo que la Ley de Medios, que se viene trabajando desde hace cerca de veinte años, es muy buena, es una de las más avanzadas de América Latina. Por supuesto es mejorable y una vez que funcione habrá que ver como se instala. Tiene, entre otros objetivos, el propósito de evitar el monopolio en los medios de comunicación. Alienta la participación ciudadana, la creación de muchos medios de comunicación y el acceso a medios de sectores que antes no tenían ninguna posibilidad de hacerlo. En este sentido es altamente positivo.

-En Chile se enfoca negativamente…

Es lógico, más aun cuando la Ley de Medios argentina ha sido muy estudiada en Venezuela, Ecuador, Brasil, en Bolivia.

Acá hay una disputa entre gobiernos progresistas, muy diferentes y heterogéneos entre sí, y gigantes de los medios de comunicación que tienen un rol político en la sociedad.
Y esta disputa es política, ideológica y económica. Están en veredas enfrentadas. Entonces es lógico que los grandes medios de comunicación mientan.
En Argentina cuando se debatió la Ley , Clarín principalmente llevó adelante una campaña de miedo, que su canal de cable iba a desaparecer. No desapareció. Están ahí, perdieron poder y perdieron legitimidad.