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Padre Toño: «Las pandillas no son el principal problema de la violencia»

28 Abr

El religioso Antonio Rodríguez se desliga por completo de su participación en el proceso de pacificación relanzada esta semana y asegura que el problema de violencia es muy amplio y en él participan muchos sectores.

Antonio Rodríguez, el sacerdote que inició los programas de prevención o de reinserción dirigidos a pandilleros y que ahora participa en el diálogo por la seguridad impulsado por el Ministerio de Seguridad, se separó por completo del trabajo realizado por Raúl Mijango y monseñor Fabio Colindres.
Además, asegura que las propuestas que presentaron monseñor Colindres y Mijango son de su autoría y que no se puede pretender que el problema de la violencia se resuelva a corto plazo.
¿Cómo se puede trabajar para evitar la violencia generada por las pandillas?
El problema de la violencia no se puede atribuir solamente a las pandillas; este es muy amplio y en él participan muchos sectores. Las pandillas no son el principal ni el mayor actor de la violencia.
Es importante que tengamos y visualicemos quiénes son los responsables y atendamos las causas estructurales de la violencia. Con las pandillas se puede trabajar de muchas formas; por ejemplo desde el ámbito local, como hemos venido trabajando.
¿Hay diferencia entre este proceso y el anterior, que fue relacionado con una tregua entre las pandillas?
Las ideas del proceso de pacificación lanzadas esta semana no difieren de las ideas que hemos venido trabajando. A mí me gustaría que dijesen de quién son estas ideas. Es un atentado contra la propiedad intelectual que incluso me copien textualmente propuestas que yo he hecho y se las apropien.
Si no tienen ideas ¿qué buscan Raúl Mijango, monseñor Colindres y Paolo Lüers?
No sé… son utilizados, porque al final la cara de un obispo es importante para la vida pública y don Raúl Mijango es un guerrillero, sin estudios, sin preparación, sin formación.
Yo les pregunto: ¿en dónde está el proyecto de rehabilitación que ha generado Raúl Mijango con los 30 líderes de pandillas? ¿Los sacó para rehabilitarlos o para construir con ellos un poder?
¿Puede tomarse como rebeldía la participación de monseñor Colindres en el relanzamiento del proceso de paz, tomando en cuenta que no fue elegido por la Conferencia Episcopal?
No creo que sea rebeldía. Como bautizado lo puede hacer, pero es bueno que como Iglesia Católica unida en el evangelio, unidas en Jesucristo, que tengamos la visión.
Me parece que el señor obispo, monseñor Escobar Alas, nos ha dado las ideas importantes y claras para trabajar como sacerdotes en este proyecto y la Conferencia Episcopal se ha pronunciado también, por eso es necesario que como sacerdotes y pastores nos unamos y tengamos un proyecto amplio y común.
¿Cuál es la diferencia entonces entre el proceso en el que el gobierno participa como facilitador y el relanzamiento de la tregua?
Que este es amplio y transparente y es un proyecto de país, con actores sociales del país, es un acuerdo de nación con todos los sectores y actores del país. Abierto, amplio, plural y transparente. Esa es la diferencia.
¿Cómo incidiría positivamente en los hechos de violencia este nuevo proceso?
Los hechos de violencia nos están manifestando que ningún proyecto que quiera tener resultados para mañana es sostenible en el tiempo.
Necesitamos políticas, acciones y construcciones que sean sostenibles en el tiempo y eso solamente se puede hacer cuando estamos todos los salvadoreños unidos en la construcción de un gran pacto de nación.
¿No teme que su participación en este nuevo proceso sea generador de amenazas de muerte para usted?
No, porque mi participación es con la paz. Llevo 15 años trabajando en momentos y situaciones adversas. Mi trabajo con pandillas ha sido un trabajo eminente pastoral, de acompañamiento y es un granito de trigo en medio de un gran problema.
Mi trabajo no es sostenible si no estamos todos. La paz la necesitamos todos y la paz nos necesita a todos.
¿En qué momento se rompió la relación que tenía con Raúl Mijango y monseñor Colindres, en qué momento se dio la separación entre ustedes?
Nunca hubo una unión; entonces lo que no está unido no se puede separar. Monseñor Colindres nunca me llamó por teléfono, nunca tuve una relación con él. Nunca fui incluido en ningún proceso, yo quise ayudar a la tregua, a la transparencia, a la amplitud, a la unificación del diálogo.
Pero ellos nunca se abrieron a la transparencia, al diálogo, a la inclusión. Para lo único que me llamaban era para las fotos y los actos públicos, cuando necesitaban caras potables del país. Yo nunca estuve unido a ellos.
Usted siempre hizo críticas puntuales sobre el proceso…
Incluso cuando yo me quise sumar a la tregua dije que quería sumar las críticas. Todo proceso que tiene elementos de autocrítica y sabe gestionar la autocrítica se profundiza, se sostiene y se amplía.
Cuando un proceso es totalmente enemigo de cualquier capacidad crítica venga de donde venga se autodestruye por sí mismo. La tregua no toleraba críticas y a lo largo plazo la tregua se ha ido autodestruyendo sola porque no ha sido capaz.
Raúl no es un hombre dialogante, transparente, amplio… menos educado, y necesitamos una visión mucho más amplia.
Mucho se habla que si hubo o no hubo tregua, que si se terminó… ¿qué era lo que había?
Lo que pasó es que ningún proceso que quiera tener resultados para mañana va a ser sostenible, porque las causas estructurales de la violencia no se van a solucionar mañana. Podemos maquillar, reducir homicidios drásticamente a través de algún mecanismo menos o mayor perverso.
Necesitamos acuerdos, líneas de base, políticas estructurales para que tengamos resultados no para mañana, sino mucho más amplios.

Embargan a banco Scotiabank por $49 millones

25 Mar

Embargan a banco Scotiabank por $49 millones

 @diariocolatino

Un embargo por $49 millones de dólares contra el banco de Comercio de El Salvador, ahora Scotiabank de El Salvador, S.A., fue ejecutado el pasado 13 de marzo, por un Juzgado de lo Civil, en cumplimiento a una resolución de la Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia, promovida por  QUIMAGRO,S.A. de C.V. Según información en poder de Diario Co Latino, la empresa nacional demandó a la transnacional por “daños y perjuicios y gastos procesales” ante la negativa de la segunda a “buscar un arreglo justo y razonable”.

Ante la medida cautelar tendiente a asegurar el pago de lo reclamado, el tribunal libró mandamiento de embargo y el jueves 13 de los Corrientes se ejecutó el embargo y la inhibición de bienes en contra del Banco Scotiabank El Salvador.

La medida ha sido debidamente inscrita en el registro de la Central de Depósitos de Valores y de la Superintendencia del Sistema Financiero, conoció este vespertino.

Durante 1984, QUIMAGRO, una empresa dedicada al rubro de los pesticidas, fue embargada por el banco Scotiabank, antes Banco de Comercio, al no solventar una deuda de 40 mil dólares, por lo que la entidad bancaria embargó e intervino la empresa, así la administración de QUIMAGRO quedó a cargo de la institución financiera por un periodo de 10 años, tiempo en el cual contrajo más deudas y las instalaciones se deterioraron considerablemente.

En 1995 inició el litigio entre Scotiabank y QUIMAGRO, y durante 2001, el Juzgado Tercero de lo Civil condenó al banco a indemnizar a la empresa, pero la institución financiera apeló ante la Cámara de Segunda Instancia de lo Civil y esta revirtió la condena.

En 2010, la Sala de lo Constitucional emitió un amparo a favor de QUIMAGRO, lo cual permitió que la Sala de lo Civil retomara el caso.
En la sentencia de la Sala de lo Civil de la CSJ resuelve que se indemnice por daños y perjuicios a la empresa QUIMAGRO.

“Condénase al banco a la indemnización por daños y perjuicios a favor de QUIMAGRO a ejercer su liquidación en juicio diverso de conocimiento ordinario; y el pago de las costas procesales”, dice la sentencia de la Sala de lo Civil.

El 15 de abril de 2013, QUIMAGRO S.A. de C.V., en virtud del fallo pronunciado por la Sala de lo Civil,  inició el “proceso ordinario de indemnización  por daños y perjuicios”, ante un  juzgado de lo Civil y Mercantil de San Salvador, reclamando al Banco de Comercio o Scotiabank 49 millones de dólares. El Juzgado condenó a la transnacional al pago solicitado por QUIMAGRO.

Así, como medida cautelar  tendiente a asegurar el pago de lo reclamado, el tribunal libró  el mandamiento de embargo y el pasado 13 de marzo el cual ha sido ejecutado.

Asimismo, se conoce que el doctor José Belarmino Jaime, durante el litigio, fue el apoderado legal del banco demandado, hasta que fue nombrado magistrado propietario de la Sala de lo Constitucional.

Este vínculo directo de Jaime con el sistema financiero podría ejercer alguna presión  directa o indirecta en los jueces de Primera Instancia y los magistrados de la cámara que conocen del proceso.

Diario Co Latino conoció que el juez suplente que decretó la medida cautelar del embargo y de inhibición de bienes, fue relevado repentinamente del cargo, al hacerse presente el juez propietario, Saúl Ernesto Morales, que fungía como asesor del Fiscal General de la República.

La geopolítica del cisma en Ucrania

24 Feb

 

 

Ucrania ha estado sufriendo un profundo cisma interno por algún tiempo ya. Éste amenaza con convertirse en una de esas feas guerras civiles que están ocurriendo en más y más países. Las fronteras de la Ucrania actual incluyen una grieta oriente-occidente que es lingüística, religiosa, económica y cultural, y cada bando es cercano a 50 por ciento del total.

El gobierno actual (que se supone dominado por la mitad oriental) es acusado de corrupción y autoritarismo por el otro bando en manifestaciones publicas. No hay duda de que esto es cierto, por lo menos en parte. Sin embargo, no queda claro que un gobierno dominado por la parte occidental pudiera ser menos corrupto o menos autoritario. En cualquier caso, el punto se propone internamente en términos geopolíticos: ¿debe Ucrania ser parte de la Unión Europea o tejer fuertes vínculos con Rusia?

Es, por tanto, quizá inesperado que YouTube muestre ahora una filmación donde la secretaria de Estado adjunto de Estados Unidos para Asuntos Europeos y Euroasiáticos, Victoria Nuland, discutiendo la estrategia política estadunidense sobre Ucrania vis-à-vis con el embajador de Estados Unidos. En esta cinta, la señora Nuland plantea el punto como una pugna geopolítica entre Estados Unidos y Europa (y más en particular Alemania). Es capturada en la diatriba al momento de decir: que se jodan los europeos –los europeos, no los rusos.

Antes de proceder con el análisis, ofrezcamos un poco de compasión hacia todas las personas importantes del momento. En años recientes ha habido mucha discusión acerca de la pérdida de privacidad en las comunicaciones. Pero esta discusión siempre ha estado relacionada con la gente común que es objeto del espionaje de los gobiernos, en particular la Agencia de Seguridad Nacional estadunidense (NSA, por sus siglas en inglés). Sin embargo, parece que esta pérdida de privacidad ahora se extiende a gente como la señora Nuland. Hay mucha especulación acerca de quién intervino su conversación y quién la tornó viral en el YouTube. El punto es que la pobre señora Nuland ya no está a salvo al decir nada –o al menos nada que ella no quiera que el mundo entero sepa.

Echemos un vistazo a quién es Victoria Nuland. Ella es una superviviente de la clíque neoconservadora que rodeaba a George W. Bush, en cuyo gobierno ella servía. Su marido, Robert Kagan, es uno de los ideólogos mejor conocidos del grupo de neoconservadores. Es interesante entender qué está haciendo alguien como ella en una posición clave dentro del Departamento de Estado de la presidencia de Obama. Lo menos que él y el secretario de Estado John Kerry hubieran podido hacer era retirar a los neoconservadores de un papel así.

Ahora, recordemos cuál fue exactamente la línea neoconservadora en Europa durante los días de Bush. El entonces secretario de Estado, Donald Rumsfeld, fue famoso por decir de Francia y Alemania que eran la vieja Europa en contraste con lo que él consideraba la nueva Europa, es decir, países que compartían los puntos de vista de Rumsfeld entorno a la inminente invasión de Irak. Para Rumsfeld, la nueva Europa eran Gran Bretaña, especialmente, y Europa centro-oriental, los países que fueron alguna vez parte del bloque soviético. La señora Nuland parece tener esa misma percepción respecto de Europa.

Entonces déjenme proponerles que Ucrania es meramente una excusa conveniente o específica para una división geo-política mayor que no tiene nada que ver con su cisma interno. Lo que acosa a los Nulands de este mundo no es la absorción putativa de Ucrania por Rusia –una eventualidad con la que ella podría vivir. Lo que la acosa a ella y a quienes comparten sus puntos de vista es una alianza geopolítica de Alemania/Francia y Rusia. La pesadilla de un eje París-Berlín-Moscú ha amainado un poco desde su clímax en 2003, cuando los esfuerzos estadunidenses de hacer que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas respaldara la invasión de Irak de 2003 fueron frenados por Francia y Alemania.

La pesadilla amainó un poco, pero sigue acechando justo bajo la superficie, y por alguna buena razón. Una alianza así tiene mucho sentido geopolítico para Alemania/Francia y Rusia. Y en geopolítica, lo que tiene sentido es una restricción a la que no puede afectarle mucho insistir en diferencias ideológicas.

Las opciones geopolíticas pueden torcerse por parte de los individuos que ostenta el poder, pero la presión ejercida por los intereses nacionales de largo plazo permanece fuerte.

¿Por qué tiene sentido un eje París-Berlín-Moscú? Hay buenas razones. Una es el viraje de Estados Unidos hacia un Pacífico-centrismo, lo que remplaza su larga historia de Atlántico-centrismo. La pesadilla de Rusia, como la de Alemania, no es una guerra China-Estados Unidos, sino una alianza China-Estados Unidos (una que incluyera a Japón y a Corea también). La única manera que tiene Alemania de disminuir esta amenaza a su propia prosperidad y poder es una alianza con Rusia. Y su política hacia Ucrania muestra precisamente la prioridad que le otorga a resolver los asuntos europeos incluyendo a Rusia, en vez de excluirla.

En cuanto a Francia, Hollande ha estado intentando encantar a Estados Unidos actuando como si fuera parte de la nueva Europa. Pero desde 1945 el gaullismo ha sido la postura geopolítica básica de Francia. Presidentes supuestamente no gaulistas como Mitterrand y Sarkozy, de hecho han proseguido políticas gaulistas. Y Hollande descubrirá pronto que no tiene mucha opción, sino la de ser gaullista. El gaullismo no es izquierdismo, sino el entendimiento de que es Estados Unidos lo que amenaza el papel geopolítico de Francia, y que Francia tiene que defender sus intereses abriéndose a Rusia para contrabalancear el poder de Estados Unidos.

¿Quién ganar este juego? Eso sigue por verse. Pero Victoria Nuland se asemeja un poco al rey Canuto al ordenarle a los mares que amainen. Y los pobres ucranianos pueden descubrir que son forzados a coser sus heridas internas, les guste o no.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2014/02/22/index.php?section=opinion&article=022a1mun

Traducción: Ramón Vera Herrera

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=181211

Reflexiones sobre la hegemonía del Capital

21 Feb

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Julia Evelyn Martínez

En la teoría marxista, el término hegemonía del Capital se usa para designar al consenso mediante el cual la clase capitalista logra ejercer la dirección política, intelectual y moral de una sociedad, y transformarse en clase dirigente.La capacidad de dirección política de la clase capitalista (o de una de las fracciones que la componen) es el resultado de la habilidad de esta clase de poder articular sus intereses con las aspiraciones de las otras clases y sectores. De esta manera, la clase trabajadora y otros sectores subalternos llegan a considerar que los intereses de la clase capitalista son al mismo tiempo sus propios intereses y en consecuencia, están dispuestos no solo a aceptarlos sino a defenderlos. La clase capitalista se convierte de esta manera en la portadora del interés nacional, y medidas como la industrialización, los acuerdos de comercio e inversión y la privatización o concesión de servicios y bienes públicos, son asumidos por la sociedad como acciones estratégicas para el desarrollo nacional. 

En cuanto a la dirección moral e intelectual de la clase capitalista, esta se instaura luego de que dicha clase ha podido desarrollar un discurso con capacidad de trascender a su propia ideología, para incluir contenidos y aspiraciones de la ideología de otras clases y sectores, como por ejemplo, la aspiración a la justicia social, la lucha contra la corrupción y la igualdad de género.

Este discurso de la clase capitalista, funciona como una especie de “espina dorsal” a la que pueden adherirse sin problemas ni conflictos, el resto de la sociedad, incluyendo la clase trabajadora y demás grupos oprimidos por el Capital. Se plantea un discurso hegemónico sobre el desarrollo nacional, sobre la democracia, sobre la unidad nacional, sobre la lucha contra la pobreza y la desigualdad, las alianzas público-privadas, las oportunidades, etc. en el cual hay lugar para todos y todas, aún para las personas o grupos que tienen una postura crítica frente al capitalismo.

Finalmente, la hegemonía del capital deviene en una suerte de “sentido común”, frente al cual las personas y grupos encuentran su identidad y una expresión apropiada para sus demandas particulares y colectivas. Esta hegemonía pasa a definir entonces “los límites de lo posible” dentro de los cuales se pueden mover las personas, las clases y los grupos para ser consideradas sensatas, confiables y/o con madurez política.

La hegemonía puede ser aceptada por las masas e intelectuales de manera activa (convencimiento o adhesión completa) o de manera pasiva (conformismo, adaptación, temor a perder el empleo o la visa). Pero, en cualquier caso, esta hegemonía es lo que explica por qué cuando un intelectual de izquierda quiere ser “tomado en serio” (o mantener su empleo), se abstiene de declararse públicamente en contra del sistema capitalista, y prefiera más bien asumir la postura “inteligente” y “moderada” del anti-neoliberalismo o el discurso de la lucha por la justicia, la igualdad, la inclusión social y los derechos humanos.

Esta misma hegemonía es lo que incita a repudiar masivamente a las personas que se atreven a anular sus votos en las elecciones, y a calificarlas como “insensatas”, “estúpidas”, “egoístas” y/o “resentidas”, ya que desde el sentido común imperante, sólo a este sólo a este tipo de bichos raros se les puede ocurrir la peregrina idea de manifestarse por utopías en lugar de seguir las instrucciones de elegir entre opciones “posibles y realistas”.

¿Cómo se producen y se reproduce la hegemonía del Capital?

La construcción y reproducción de la hegemonía capitalista es un proceso complejo que se realiza simultáneamente en la sociedad civil y en el Estado.

La sociedad civil está formada por una compleja red de organismos e instituciones privadas que mediatizan los antagonismos y la lucha de clases en el plano económico, y los transforman en acuerdos y consensos entre clases dominadas y clases dominantes. Esta red de organizaciones e instituciones abarca los partidos políticos de masas, periódicos y demás medios de comunicación, sindicatos, iglesias, ONG, instituciones educativas, las asociaciones intermedias (cámaras empresariales) y asociaciones populares (asociaciones de desarrollo comunitario, redes ciudadanas, etc.), entre muchas otras. La función de “normalizar” los acuerdos y consensos entre clases sociales y ponerlos en función de los intereses del Capital corre a cuenta de los intelectuales orgánicos (periodistas, filósofos, economistas, columnistas, juristas, politólogos, artistas, etc.), que articulan y dan coherencia a los contenidos generales y particulares del discurso hegemónico.

El Estado cumple con una doble función en la construcción y reproducción de la hegemonía del Capital. Por una parte, tiene una función persuasiva mediante el sistema educativo y que consiste en socializar a las nuevas generaciones en el consenso del Capital. Por otra parte, mantiene una función represiva para sancionar las acciones de quienes podrían desestabilizar este consenso. Esta segunda función se lleva a cabo a través del sistema de aplicación de justicia (tribunales, policía, cárceles) y el mantenimiento del orden jurídico e institucional.

La hegemonía del Capital se convierte así en una maquinaria perversa de reproducción de la opresión. La clase opresora consigue hacer pasar sus intereses particulares, como intereses del conjunto de la sociedad, y de la propia clase oprimida. Al mismo tiempo que logra que estos intereses se legitimen periódicamente en procesos electorales, que cuentan además con la participación masiva de las clases oprimidas. Las elecciones periódicas permiten que oprimidos y oprimidas del sistema mantengan la ilusión de que sus problemas se resolverán dentro del capitalismo y que su voto les hace libres e iguales frente a quienes les explotan o les expolian.

Para quienes tenemos interés en transformar la civilización del Capital y sustituirla por la civilización del Trabajo, es importante saber que tomar el control del Estado es importante en este proceso pero no es necesariamente lo más importante. Como lo señala Michael Lebowitz: “Sí no se transforma la conciencia y la práctica de las personas, y mientras los trabajadores y trabajadoras no rompan con la idea de que el Capital es necesario para realizar sus fines, llegar al Estado solamente puede facilitar las condiciones para la reproducción ampliada del Capital (Más allá del Capital, 1995).

Para transformar la conciencia y la práctica de la clase trabajadora y demás grupos oprimidos por el Capital se tiene que construir contra hegemonia a la actual hegemonía del Capital.

Eso no se hace mediante partidos políticos de izquierda que mantienen en “coma inducido” a la conciencia de clase de sus votantes, haciéndoles creer que no es necesario cambiar el orden capitalista para solucionar sus problemas de explotación y de expoliación. Esto tampoco se hace mediante intelectuales que seducen a las masas con la idea que la reducción de la vulnerabilidad social, la inclusión y las oportunidades para los pobres, representan el primer paso para avanzar a la utopía de un capitalismo estilo escandinavo, en donde si bien se mantiene la esencia del capital (lucro privado, codicia), hay un Estado fuerte que redistribuye el ingreso, y una sociedad culta que se cohesiona y aspira al bien común más allá de las diferencias de clase.

Por eso, para derrotar al Capital es tan importante la lucha política como la lucha ideológica; la lucha social como la lucha económica. Porque la contra hegemonía se debe construir desde el Estado y desde la sociedad civil al mismo tiempo. Construir otro discurso, otras prácticas, otros consensos, desde los cuales las personas puedan re-configurar la conciencia sobre sí mismas y sobre su quehacer dentro de la sociedad. Una conciencia y una práctica que no estén atadas al Capital.

¿Cómo se hace esto? No hay manuales de instrucciones para la construcción de contra hegemonía, pero en la fase actual de crisis sistémica, sería necesario avanzar en al menos tres vías: la educación popular, la economía solidaria y la construcción de relaciones populares de poder. Pero de esto nos ocuparemos en otro espacio.

 

La autora es economista, profesora de la escuela de economía de la Universidad centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) de El Salvador.

http://ahoraliberacionca.wordpress.com/2014/02/21/reflexiones-sobre-la-hegemonia-del-capital/

https://www.facebook.com/sal.milpas

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

 

Expertos preconizaron un “rostro humano” para la ciudad del futuro

31 Ene

Por Luis Torres de la Llosa
París/AFP

La ciudad del futuro deberá centrarse en el ser humano en lugar de intereses dictados por el mercado que llevan a sociedades desequilibradas, advirtió este jueves un panel de expertos reunido en París de cara al Foro Urbano mundial de abril próximo en Medellín (Colombia).

Presidido por el sociólogo y filósofo francés Edgar Morin, autor del exitoso ensayo “La Vía”, el panel debatió el texto de una carta de Medellín que se presentará a la comunidad internacional en esa ciudad colombiana.

Unos 14.000 participantes de 160 países, incluyendo unos 30 jefes de Estado o Gobierno, confirmaron su participación en el Foro Mundial de Medellín, preludio a la cumbre de la ONU Hábitat III sobre vivienda y desarrollo prevista en 2016.

Durante los cinco días del foro del 5 al 11 de abril habrá además unos 236 eventos académicos y una asamblea mundial de jóvenes, entre otros.

“Las ciudades del futuro tendrán que ser humanizadas o no tendremos futuro”, dijo a la AFP el director académico del Foro Urbano Mundial, Gustavo López.

Según el responsable, en París se debatieron “las grandes ideas del momento que están orientando la visión de las grandes ciudades del mundo”.

“La idea fundamental es que las ciudades del futuro permitan una vida digna para todos y donde se fortalece las ideas de la equidad, inclusión y cohesión social”.

Participaron además en el debate Sabbah Aboussalam (Universidad de Rabat), Herve Marchal (Nancy 2), Michel Lussault (ENS-Lyon), Michel Agier (París-Este), Gerard Perreau-Bezouille (Francia) y Luciano Garrido (Roma).

“Hubo una lluvia de ideas, es gente que está pensando las ciudades y las reformas que hay que hacer en este siglo”, explicó López.

El secretario general de la ONU Ban Ki-moon presentó el año pasado un informe preliminar sobre la agenda mundial para el desarrollo y la nueva agenda mundial urbana para Hábitat III, una conferencia que se organiza cada 20 años.

Antes de la cita en Medellín el encuentro de expertos en París permitió explorar las principales ideas que se están discutiendo en términos de escenarios urbanos de futuro.

Según Gustavo López, se estima que el 70% de la humanidad va a estar en un ámbito urbano hacia 2050. Pero las ciudades del futuro “tienen que ser pensadas con la aceptación de que lo rural entrará en lo urbano”.

“No podemos pensar en las ciudades del futuro sin tener una idea clara de lo que hoy llamamos rural. Hoy se está dando un regreso de la gente urbana hacia el medio rural en todos los países desarrollados. Se está tomando un aire nuevo”, aseguró.

Los expertos destacaron además que también está cambiando la noción de vivienda. “En décadas pasadas, todo se armaba alrededor de construcciones de viviendas. Hoy lo que se busca es tener un hábitat social, que ofrezca todos los servicios integrales que permitan al ser humano y a la ciudades humanizarse”.

Otro aspecto destacado por los expertos y académicos fue las llamadas “sociedades del tiempo libre”. “El ser humano va a tener muchas horas libres y las ciudades no fueron creadas para sociedades con tiempo libre. Necesitamos más espacios públicos, donde la gente se encuentre, se reconozca y pueda crear una solidaridad más apropiada que hoy no tenemos, porque el mercado es el que nos guía y el mercado no nos da eso”, dijo López.

“La gran idea es quitarle el ser humano al mercado, –agregó– porque nos lo robó, y volver a centrar nuestras preocupaciones en él y no en nociones de competitividad que nos llevan a sociedades injustas y desequilibradas”.

RNPN hace un llamado a la población por DUI vencidos

29 Ene

El Registro Nacional de Personas Naturales (RNPN), reportó que hay en circulación más de 586 mil Documentos Únicos de Identidad (DUI) vencidos, esto en el  periodo.

Fernando Arturo  Batlle, Presidente del RNPN, recomendó al pueblo en general que verifiquen el estado de su documento de identidad, dado que no podrán ejercer su derecho al voto el próximo domingo 2 de febrero, si no lo renuevan.

Según el artículo 34 del Código Electoral, las personas inscritas en el proceso electoral están obligadas a presentar su Documento Único de Identidad vigente para emitir su voto.

“Los ciudadanos deben revisar su DUI, dado que los documentos vencen todos los días, dado que  por decreto no se permitirá votar con documentos vencidos”, Expresó el presidente de la RNPN.

Según datos del RNPN, durante el periodo del 6 de enero hasta el 26 de enero del 2014, se han vencido alrededor de 10 mil 574 Documentos en todo el país, por tal razón, el funcionario exhorto a la población verificar sus DUI, para no tener conflictos el  domingo de elecciones.

Por otro lado, Batlle, confirmó que para los jovenes que solicitaron su documento, los Duicentros estarán habilitadas los días sábado por la tarde y el domingo por la mañana, para jóvenes que solo retiren su documento.

“Los horarios se mantendrán de 8 de la mañana a 4 de la tarde, pero vamos a extender los horarios de acuerdo a la demanda, pero el día sábado hasta las 6,  y domingo en la mañana se atenderá única y exclusivamente a jóvenes”, acotó Batlle.

Según Batlle, 9 mil 703 jóvenes solicitaron su DUI el 6 de agosto pasado, hasta  el momento 9 mil 158 han retirado su documento.

Niños robotizados

16 Oct

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Todos hemos visto cómo una niña da de beber a una muñeca, aunque ella sepa perfectamente que las muñecas no beben, igual que los niños conversan con los perros como si éstos fueran capaces de responder en el mismo lenguaje.

Es imprescindible para nuestra salud síquica disfrutar al máximo, en la infancia, nuestro universo onírico. Aunque las muñecas no beban el jugo que les ofrecemos, ni los perros puedan entablar diálogo con una persona, ésta atribuye a la muñeca y al animal estados emocionales propios de los seres humanos.

Todo niño es un actor/actriz, capaz de desempeñar múltiples papeles. La niña es madre, hermana, abuela, profesora y médica de la muñeca. Se da interacción entre las dos. La muñeca, gracias a la proyección onírica de la niña, responde, llora, come, bebe y defeca.

La fantasía es el recurso mimético que permite al niño trasladar, a su manera, el universo de los adultos a su mundo y, al mismo tiempo, es el complemento de la sabiduría infantil, proveedora de sentido y animación al que, para los ojos adultos, carece de sentido y permanece inanimado.

El niño, montado en la punta de una escoba, se siente intrépido en su caballo. Dele un caballo de juguete, con arreos y melena, y es probable que a los pocos días abandone el regalo para volver a su escoba, que dialoga con su imaginación. Vaciar la infancia de todo cuanto tiene de propio, como actividades lúdicas, jugar al aro, al escondite, y reunirse con sus amiguitos, es esencial para un futuro saludable cuando sea adulto.

Sin embargo hoy día esa exigencia se vuelve más difícil. La calle se ha vuelto peligrosa, amenazada por la violencia y el tráfico. Los niños quedan encerrados en casa, confinados en apartamentos, dedicados a los juegos electrónicos, la tv e internet.

En la misa del domingo vi a dos niños compartiendo un smartphone, mientras sus padres participaban en la liturgia. Estuvieron todo el tiempo atentos al hombre araña arrasando a sus adversarios.

¿Qué se va a esperar de un adulto que de niño se divertía con la violencia virtual y pasaba horas practicando asesinatos mediante los muñequitos electrónicos? ¿Y de una niña que a los 4-5 años se maquilla como una mujer adulta, habla como adulta, manifiesta deseos de adulta, padeciendo la esquizofrenia de ser biológicamente infantil y sicológicamente ‘adulta’?

La pubertad, momento crítico para todos nosotros, es más angustiante para esta generación que no exprimió su potencial de fantasías. El miedo a lo real es más acentuado, igual que la dependencia familiar en que viven muchos jóvenes de entre 25 y 30 años, al abrigo del hogar paterno.

Esa inseguridad frente a lo real es la puerta de entrada para la vulnerabilidad ante las drogas. El traficante, merced a una perversa intuición profesional, ofrece gratis su mercancía a los adolescentes, como si les advirtiese: “Tú ya no puedes soñar con tu propia cabeza. Pero no temas, hay otro modo de huir de la realidad y de ´viajar’ legalmente. Sólo que ahora dependes de la química. Experiméntalo”.

Me preocupan también los niños robotizados que, además de la escuela, tienen la agenda llena, con cursos de idiomas, natación, etc., sin tiempo para jugar con otros niños y de ese modo sin posibilidad de educarse en los códigos de sociabilidad, como saber reconocer sus propios límites y respetar el derecho de los otros.

Quizás esa robotización explique un fenómeno tan común en las grandes ciudades: adolescentes y jóvenes que, en el bus o en el metro, se hacen los ciegos al ver de pie a personas de edad, deficientes físicos o mujeres embarazadas, y permanezcan sentados tranquilamente, burlándose de la más elemental educación.

QUIÉN ES FREI BETTO

El escritor brasileño Frei Betto es un fraile dominico. conocido internacionalmente como teólogo de la liberación. Autor de 56 libros de diversos géneros literarios -novela, ensayo, policíaco, memorias, infantiles y juveniles, y de tema religioso en dos acasiones- en 1985 y en el 2005 fue premiado con el Jabuti, el premio literario más importante del país. En 1986 fue elegido Intelectual del Año por la Unión Brasileña de Escritores. Asesor de movimientos sociales, como las Comunidades Eclesiales de Base y el Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierra, participa activamente en la vida política del Brasil en los últimos 50 años.

Traducción de J.L.Burguet

http://www.cubadebate.cu/?p=299485

LA CIA CREÓ EN ILOPANGO UN ATERRADOR PLAN

9 Oct

Ilopango y sus secretos.

REPORTE ESPECIAL: Ilopango y sus secretos

Septiembre 29, 2013

Las confesiones de Luis Posada Carriles | Parte I

Luis Posada Carriles, un anticastrista muy ligado y protegido, históricamente en El Salvador, hizo una confesión sobre lo que pasaba, en el aeropuerto de Ilopango, a mediados de los años ochenta. La confesión, de 30 páginas, la hizo ante dos agentes del FBI. Reconoció el tráfico de armas. De las drogas no quiso hablar. Esta es la primera entrega de esa confesión.

Luis Posada Carriles llegó solo, y sin encandilar sus ojos, a la suite 701 de la 13 noroeste calle de Washington donde le esperaban dos agentes del FBI.

Era el año de 1992. Varias entidades de los Estados Unidos investigaban, pulgada a pulgada, lo que había pasado en el aeropuerto de Ilopango, al menos durante la primera mitad de los años ochenta.

Todos sabían que Luis Posaba era un hombre de la CIA. Estaba entrenado por ellos. Además, era un furioso anticastrista.

Aquel interrogatorio era, apenas, uno más en su vida. Estaba hecho para decir apenas lo necesario. Por eso estaba seguro de su papel: debía hablar, sin levantar sospechas, de todo cuanto pasó en  Ilopango. De drogas no debía hablar jamás. Ese era el convencimiento.

Cuando se produjo ese interrogatorio, Posada Carriles tenía 64 años. Ahora tiene 85 años y  lucha contra varias enfermedades.

Luis es contemporáneo de Fidel Castro, a quien ha querido matar en más de una ocasión. La última de ellas, durante una reunión de gobernantes que se celebró en Panamá.

Posada sabía que tenía que reconocer que participó en un centro de abastecimiento de armas para los antisandinistas, en el aeropuerto de Ilopango, montado por el militar Oliver North.

Eso ocurrió cuando North era un prominente miembro de la Agencia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos.

Si bien Posada Carriles no reconoció toda la verdad ante los dos agentes del FBI, sí dijo cosas gravísimas contra el jefe de la Fueza Aerea Salvadoreña, en esa época, Rafael Bustillo, como se demuestra en el documento que recoge la entrevista del FBI.

Lo más grave es que los operadores principales de ese centro de abastecimiento, el cubano Félix Rodríguez, y él, le pagaban a Bustillo, mensualmente,  entre $20 mil y $50 mensuales por la gasolina que utilizaban los aviones que llegaban y salían de Ilopango.

Cuando los agentes del FBI le preguntaron si él estaba consciente que esa gasolina para aviones podía haber sido donada por el Gobierno de los Estados Unidos, Posada aceptó esa posibilidad.

Esta entrevista, que ahora revelamos, se produjo el 7 de febrero de 1992.

 

De dónde llegó

En 1985, Posada viajó de Venezuela a Aruba en un vuelo privado. Permaneció ahí durante una semana y luego voló a El Salvador en un avión privado.

Fue Félix Rodríguez arregló para que Posada llegara a El Salvador. Cuando Posada arribó al país, un amigo de las Fuerzas Aéreas Salvadoreñas cuyo nombre se desconoce, y de apellido Leiva, proveyó a Posada de una identificación falsa bajo el nombre de Ramón Medina Rodríguez.

Esta identificación incluía una licencia de conducir salvadoreña y varias identificaciones militares salvadoreñas. Desde este día en adelante, Posada  vivía bajo el nombre de Ramón Medina.

En cuanto llegó a El Salvador, Posada se quedó con Rodríguez por dos o tres días. Rodríguez luego ayudó a Posada a adquirir una casa en San Salvador, donde Posada vivió durante el siguiente año, aproximadamente.

Después de que Posada se movió a su casa en San Salvador, él no hizo nada durante un par de meses. Durante este periodo no tenía nada que ver con el proyecto de suministro a la Contra en el cual se involucró después, según dice.

Rodríguez y otros amigos cubanos de Posada lo ayudaron a salir de Venezuela y a reubicarse en El Salvador.

Posada negó que personajes cercanos al vicepresidente George Bush padre, lo ayudaron a venir a El Salvador.

Después de pasar desapercibido en San Salvador durante unos 2 o 3 meses, lo reclutaron  para que ayudara en el proyecto de reabastecimiento a la Contra.

A Posada lo contactaron para que trabajara en este proyecto. Ese  apenas comenzaba. Era el año 1985.

Posada dice que Juan Rafael Bustillo, el jefe de la Fuerza Aérea, no sabía la verdadera identidad de Posada hasta que el avión que llevaba a Eugene Hasenfus cayó y el pasado de Posada quedó expuesto.  Después de eso, Posada habló con Bustillo al respecto. Dice que Bustillo le dijo que no había problema . De hecho, Bustillo quería ayudar a Posada….haciendo que se quedara en Ilopango, donde ahí no había ningún tipo de acoso de la prensa y las cosas estuvieran tranquilas.

Sin embargo, Posada respondió que él ya había estado en la cárcel y que no quería estar aislado de nuevo en Ilopango Posada agradeció a Bustillo pero continuó viviendo en su casa en San Salvador.

Posada hizo esfuerzos para proteger gente. Dijo que las únicas personas involucradas en el proyecto de reabastecimiento  de la Contra que sabían la verdad sobre Posada eran Quintero, Rodríguez y Leiva. Posada no cree que North, Richard Gadd, Robert Dutton ni los pilotos de suministro o los salvadoreños sabían quién era él. Dice que no divulgó su nombre por miedo.

Posada y todos los involucrados pensaban que era un proyecto secreto del gobierno de Estados Unidos.

El rol de Ramón Quintero (hombre cercano a la Casa Blanca)  en el proyecto de suministro era el de dirigente y contacto principal entre Washington D.C. y el plan. Quintero era el que viajaba ida y vuelta entre Washington y El Salvador, llevando instrucciones y dinero. Quintero fue el jefe hasta que Dutton entrara a escena, luego Dutton fue el jefe. Posada entendió que Owen era “El hombre de North”.

Después de quedarse con Rodríguez durante 2 días, Posada rentó una casa para él en San Salvador. Quintero y Dutton se quedaron en la casa de Posada cuando visitaban el proyecto.

El rol de Posada en el proyecto era el de encargarse de todas las necesidades del personal de suministro, como su hospedaje, transporte y cuestiones similares, y realizar gestiones para otras necesidades como el combustible de los aviones.

También era responsable de manejar otro tipo de provisiones y necesidades que surgieran. Después Posada tuvo mayor participación en la parte operativa del proyecto, controlando el radio durante vuelos de aprovisionamiento. Ayudaba a coordinar esos vuelos.

Otros cargos

Posada lentamente comenzó a adquirir alojamiento para la operación de suministro. Rentó tres casas más para que los pilotos vivieran. También rentó un pequeño hotel, donde las demás personas de reabastecimiento habitaban. Al final del proyecto, había 4 casas, incluyendo la de Posada, y un pequeño hotel que alojó alrededor de 30 personas quienes trabajaron en el proyecto.

Posada se encargó de todos los aspectos relacionados con estos alojamientos. Pagaba las rentas, contrató y pagó mucamas que los limpiaban, pagó por todos los utensilios y cuentas, incluyendo las de los teléfonos, obtuvo utensilios y otras cosas para cada casa, incluyendo cerveza y comida. Posada también se encargaba del transporte para las personas de suministro. Posada gestionaba vehículos y choferes para el personal de suministro, y Posada mismo los usó para llevar a la gente ida y vuelta entre Ilopango y varias de las viviendas.

Con  relación al aspecto financiero del proyecto de suministro, sale a relucir en la mente de Posada que el dinero nunca fue un problema. Nunca hubo problema económico, sin que Posada conociera de dónde venía el dinero o quién financiaba (según él).

Nadie le dijo a Posada que el dinero venía de North o personas privadas o el gobierno de Estados Unidos o de alguna otra fuente, asegura él.  Quintero  y otros llevaron dinero, pero nunca describía de donde venía y Posada nunca preguntó. Posada dice que estaba trabajando bajo el supuesto de que era un “proyecto de Washington” y ….no cuestionó las fuente del financiamiento.

Otra cosa que Posada recuerda es que el proyecto de suministro siempre buscaba personas que llevaran el dinero desde Estados Unidos hasta El Salvador para que estuviera a disposición de Posada. Siempre estaban preocupados acerca de la restricción  de solo llevar $10,000 fuera de los Estados Unidos al mismo tiempo.

En cualquier momento cualquiera de las personas del suministro tuviera que ir a Estados Unidos , ya sea si fuera una visita personal o alguna otra cosa, siempre se les solicitaba que transportara dinero.

Quintero el que el que le daba el dinero a Posada. Luego Posada le daba todos los recibos y justificaciones sobre los gastos o qué otras cosas necesitaba para el siguiente mes.

Era un sistema bastante estricto porque las personas podían revisar los recibos de Posada y hacerle preguntas al respecto, aclara él. Incl;uso dijo que, en un mes, cometió el error de pagar dos veces y por eso lo increparon.

Las cuentas telefónicas siempre fueron cuestionadas porque eran muy altas, pero los que partricipaban en el poroyecto debían llamar a sus familiares.

Incluso, Posada dijo que uno de los pilotos tenía una novia en Filipinas. Esto ocasionó los altos recibos telefónicos mucho más altos, incluso, que lo que pagaban por el alquiler de la casa.

Pago de combustible

El combustible de los aviones para la operación de reabastecimiento era facilitado por Bustillo y pagado, en efectivo por el personal de suministro, según dijo Posada Carriles. Los pagos, como dice, los hacía él.

Al principio un piloto que estaba trabajando para Gadd, y Posada ( dijo no recordar su nombre) fue a ver a Bustillo a nombre de Posada, como lo dijo ‘este al FBI.

El piloto sacó un fajo de billetes y empezó a contar $15,000 en el escritorio de Bustillo y dijo que era para gasolina que se iba a usar para la operación de reabastecimiento.

Bustillo se sintió insultado e increpó  al hombre, diciéndole que él no trabajaba en una gasolinera. Bustillo le dijo al piloto que entregara el dinero a alguno de sus asesores. El piloto tuvo que dejar la operación debido a la forma en que manejó ese asunto con Bustillo. Este realizó represalias.

Ahí fue también cuando Posada empezó a trabajar con Bustillo. A Bustillo no le caían bien los americanos, entonces empezó a tratar con Posada, según manifestó Este.

El piloto americano quien insultó y  le dio a Posada los $15,00 tenía aproximadamente 45 años. Posada no podía recordar nada más sobre él. Engañó al FBI.

Posada abrió una cuenta con Bustillo y sus asesores para pagarle el combustible para aviones que le proporcionaban.

Cuando la cuenta de la operación de suministro se empezó a quedar sin dinero, Posada iba con Quintero y solicitaba más recursos. Luego alguien le llevaba el dinero a Posada y él lo reponía en la cuenta con el personal de Bustillo. Este arreglo, en palabras de Posada era “extraoficial”.

Posada dice que pedía recibos cuando le pagaba a los salvadoreños, pero no iba incluida en algún tipo de contabilidad por parte de los salvadoreños.

Posada le dijo al FBI que le pagaba, a Bustillo, entre $20 mil y $50 mil mensuales en combustible.  Cuando el FBI le preguntó que si no creía que Bustillo infringía la ley porque vendía combustibles suministrados por  el gobierno de los Estados Unidos, como ayuda externa al de El Salvador, el anticastrista respondió que siempre se preguntó eso.

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hace 20 horas

Las confesiones de Luis Posada Carriles | Parte II

Este hombre, históricamente muy protegido en El Salvador, dice llegó a ganar, por su trabajo en el aeropuerto de Ilopango, hasta $7 mil. Esa cifra pudo ser superior.

Posada reconoció, ante el FBI, que a El Salvador volaban aviones de Southern Air Transport (SAT), una  empresa fantasma de la CIA afincada, en ese tiempo, en Miami.

El anticastrista dijo, sin embargo, que usaban sus aviones para transportar armas pero en Bolivia se dice que, en aviones de ese tipo, se transportó también la cocaína.

Posada dice que una de sus funciones era llevar al personal de la aerolínea al hotel San Salvador de esa época para que descansaran y luego volaran de nuevo.

Cuando le preguntaron sobre nombres de algunos personeros de esa aerolínea, fingió no reconocer a nadie. Dijo que sólo trató a Bill Langton en asuntos de la aerolínea. Para alejarse más del tema aseguró que él no trató nunca con los representantes de esa aerolínea.

Y cada vez que le preguntaron sobre el dinero con el que se mantenía la operación, sólo dijo que el financiamiento venía de Washington.

El FBI también le preguntó a Posada Carriles sobre los salarios que ganaban los personajes que trabajaban en el aeropuerto de Ilopango,

Respondió que los pilotos les pagaban $.4500 mensuales. El resto del personal ganaban $3.000 mensuales (en esos años eso era una buena cantidad de dinero y es muy probable que Posada redujera los montos).

El anticastrista dijo que, adicionalmente, a cada miembro de la tripulación que viajaba en los aviones, se le pagaba $750 por vuelo.

A los que trabajaban en los hangares 4 y 5 del aeropuerto de Ilopango también se les pagaban todo los gastos. Posada se encargaba de eso. Incluso, se les pagaba boletos aéreos para que visitaran a sus familiares en Estados Unidos.

Cuando el FBI le preguntó a Posada Carriles cuánto le pagaban a él, dijo que $3.000 mensuales. Aseguró que, además, recibía un auto, alojamiento, servicio de limpieza, comida y otros gastos.

El cubano-americano dijo que él viajaba en los vuelos de “reabastecimiento” y que ganaba $750 cada vez que lo hacía. Dice que lo realizaba porque podía hablar español y, de esa manera, coordinar la radio en los vuelos de “reabastecimiento”.

Todo eso, calculó al FBI, le dejaban $6 mil o $7 mil mensuales. Como todos sus gastos estaban pagados, ese dinero lo podía ahorrar mensualmente. Posada dijo que una suma similar ganaba Félix Rodríguez.

Posada Carriles le narró al FBI que, en una ocasión, Oliver North estaba molesto con Félix Rodríguez porque hablaba mucho por teléfono a sus amigos de Washington y eso ponía en peligro el proyecto que se ejecutaba en El Salvador.

Posiblemente, siguiendo algunas hipótesis o informaciones que tenían, los agentes del FBI le preguntaron a Posada Carriles si Félix Rodríguez le regaló un reloj Rolex. Más bien dijo que él le regaló al piloto salvadoreño de apellido Leiva un reloj que valía $500 pero que no era un Rolex.

Posada Carriles le aseguró al FBI que él estaba consciente de los contactos de Félix Rodríguez con la oficina del vicepresidente de Estados Unidos, en ese entonces, George Bush padre. Incluso recordó que, en 1986, Rodríguez se reunió  con Bush y que este le confirmó que “El Salvador está muy bien”.

Según Posada, como lo dijo en su declaración de 30 páginas, el gran problema entre Rodríguez y Oliver North, en relación con el proyecto de Ilopango, era que el cubano americano podía hablar, por teléfono, con los auxiliares de George Bush (padre), sobre las operaciones de la CIA. Esta se habría dado cuenta de eso.

 

Con Bustillo

Posada Carriles habló bastante al FBI sobre Rafael Bustillo, el jefe de la Fuerza Aérea en esa época.

Incluso recordó un incidente de un avión 727 que no pudo bajar en Honduras. Los hondureños no le permitieron bajar. Entonces, los personeros de Ilopango pidieron permiso a Bustillo para que bajara en Ilopango. Bustillo estuvo de acuerdo y permitió a la nave aterrizar allí

También dijo que fue Bustillo quien autorizó la construcción de los nuevos hangares en el aeropuerto de Ilopango.

Incluso, recuerda que “la operación se hizo grande en 1986. Entonces llegaron dos aviones caribúes, otro avión 123 y algunas naves pequeñas.

Dijo que poco después llegó Oliver North y John Secord, un alto funcionario del gobierno de Ronald Reagan, y se reunieron en Ilopango  con Armando López, Enrique Bermúdez, Rafael Bustillo y Félix Rodríguez. Ahí se decidió que se usaran aviones más grandes en la operación.

Posada dijo que él veía a Bustillo todos los días. Dijo que solían trabajar en el mantenimiento de la operación y que él siempre trataba de asegurarse por todo lo que pagaba, Al menos en las cantidades de combustible correcto. Así se lo dijo al FBI ante preguntas insistentes sobre la moralidad de Bustillo.

Los del FBI interrogaron a Posada por un avión que cayó, cargado de armas, en Nicaragua. Ese hecho (que en su momento puso ante la opinión pública mundial  lo que pasaba en El Salvador), fue el principio del fin.

 

Posada dijo que todos se fueron y que él se quedó aquí para limpiar el desastre. Dijo que él sacó todos los equipos de las casas y hasta las cerró. Le tocó sacar el personal estadounidense. Con el terremoto, los periodistas internacionales se desatendieron de lo que pasó. Dijo que Bustillo le proporcionó a Posada algunos hombres salvadoreños, y camiones  para ayudar a limpiar todo lo que quedaba en las casas.

El último mes de salario de Posada se lo “autopagó” con la venta de vehículos, televisores y enseres. Al FBI le dijo que él le dio a Bustillo parte del equipamiento radiofónico y las armas dejadas por el personal. Todo el almacén de partes en Ilopango fue a parar a las manos de la Fuerza Aérea Salvadoreña, según él. Obviamente, los aviones desaparecieron.

Durante el periodo de limpieza de las casas, Posada recolectó documentos, mapas, recibos de combustible y de las casas, registros de vuelos, fotografías y diferentes materiales  y los puso en dos cajas. Estas cajas quedaron guardadas en Ilopango. Dice Posada que él se las dio a Leiva para que las guardara.

Septiembre 26, 2013

LA CIA CREÓ EN ILOPANGO UN ATERRADOR PLAN

Quienes estaban detrás del tráfico de armas y drogas desde el aeropuerto de Ilopango, era una galería de personas como nunca antes se había juntado en la historia. Desde un asesino nazi hasta Pablo Escobar estaban detrás de todo.

Lafitte Fernández

 

 Lo que a mediados de la década de los ochenta montó el gobierno de Ronald Reagan, en el aeropuerto de Ilopango, fue tan descomunal, gigantesco e ilegal que resultaba aterrador.

La estructura que operó, desde Ilopango, transportaba drogas a los Estados Unidos con entera libertad . El dinero que eso producía, se usó para comprar armas a los israelíes y a otros contrabandistas europeos.

Uno de los coordinadores del tráfico de armas que llegaban en aviones Boeing 707 hasta Ilopango  era el dictador de Panamá, en ese entonces, Manuel Antonio Noriega.

En el aeropuerto salvadoreño operaban, además, al menos trece narcopilotos que transportaban, desde el sur y el norte del continente , las drogas y lanzaban, desde el aire, las armas a los antisandinistas en territorio nicaraguense.

Si se mete el escalpelo, la organización se manejaba de esta manera: el jefe principal de  la operación era Oliver North, un militar estadounidense. North era mano derecha, a mediados de los años ochenta, del vicepresidente George Bush, padre. A Estados Unidos lo gobernaba Ronald Reagan.

 

La cocaína

Si se trataba de cocaína, esta se traía, en su mayor parte, desde Colombia y Bolivia.

Los proveedores eran los miembros del Cártel de Medellín con Pablo Escobar a la cabeza. Desde Bolivia, el suplidor  de la base de coca era Roberto Suárez Gómez, quien murió en el 2001 y le llamaban El “Rey de la cocaína”.

De ese tamaño eran los suplidores de la cocaína que traían a Centroamérica, sobre todo a Honduras y El Salvador. La CIA tranzó con los narcotraficantes más poderosos del planeta. Eso fue parte de la locura que ahora se descifra.

También podría  incluirse aquí a Ramón Matta Ballesteros, el hondureño que llegó más largo en el narcotráfico internacional, aunque ahora, paradójicamente, está en prisión en Estados Unidos, luego de recibir seis condenas de cadena perpetua.

Los estadounidenses primero lo metieron en un proyecto de esa envergadura como socio, por acción de la CIA. Después, la DEA lo capturó por participar en el asesinato del agente antidrogas, Enrique Camarena.

Otros actores

Ahí no se detiene  la construcción que se hizo, en el aeropuerto de Ilopango entre 1985 y 1986, desde las oficinas de la Agencia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos.

Otro de los proveedores de la red de lo que se llamó Irán- Contra fue el mexicano Rafael Caro Quintero, un narcotraficante de alto calado que lo escondieron en Costa Rica. Compró grandes mansiones, y después, cuando lo descubrieron, se lo llevaron furtivamente hasta México, donde pasó más de 20 años en prisión.

Hace pocos días salió de la cárcel

Luego lo intentaron encarcelar de nuevo, en México, y desapareció hace algunas semanas. Pero su imperio de la droga nunca cerró sus puertas.

Se tienen evidencias clarísimas, no sólo que narcotraficantes mexicanos participaron en el Irán-Contra como proveedores de drogas, sino hasta hay testigos que reconocieron que, en una finca de Caro Quintero en Veracruz, entrenaban soldados “contras” que luego llevaban a Nicaragua.

Entonces, Caro Quintero fue proveedor de todos los movimientos de los narcopilotos que vivían aquí. Estos se alojaban, bajo ocupación plena, en un hotel que funcionaba en San Salvador, a un costado del hotel Terraza.

 

Seguridad del proyecto

Documentos desclasificados de la DEA y la CIA, investigaciones especiales que se hicieron, testimonios,  y hasta algunos libros esclarecedores recientemente publicados, mencionan que, para que el “Rey de la cocaína”, pudiera suplir la base de la cocaína al Irán-Contra tuvo que instalar grandes laboratorios para hoja de coca, en el norte de Bolivia.

Para evitar que la DEA, y otras autoridades descubrieran ese laboratorio, Klaus Barbie, el asesino nazi que falleció en 1991, garantizó la seguridad de la operación de la coca en las montañas bolivianas.

Barbie estuvo en toda la operación de la cocaína, desde el principio. Incluso, la esposa de Roberto Suárez Gómez, el “Rey de la cocaína”, dice que fue Barbie quien presentó al militar estadounidense, Oliver North, a su esposo.

Pero, tampoco Barbie estaba solo en la prestación de los servicios de seguridad para producir la base de cocaína en las montañas de Bolivia.

El alemán nazi siempre estuvo acompañado, en esas tareas,  del facista italiano Stefano Delle Chiae.

La CIA tenía a Stefano como el terrorista de derecha más buscado en el mundo. Siempre lo relacionaron con golpes de Estado en Bolivia, Chile y Argentina. Incluso, se le vinculó con el asesinato de líderes chilenos de izquierda que acompañaban a Salvador Allende. Era tan rudo y violento como Barbie.

 

Los que mandaban en Ilopango

Todo el centro de abastecimiento de armas y tráfico de drogas lo conducía, en el aeropuerto de Ilopango, Olivert North y la CIA, entidad estadounidense que mandó a construir ahí dos hangares que manejaban a su antojo.

El jefe de las operaciones de Ilopango era Félix Rodríguez, un cubano americano que llegó con la fama de haber participado en la captura y asesinato del “Che” Guevara en Bolivia.

Rodríguez era un agente histórico de la CIA. El dice en un libro que llegó aquí para ayudar en la lucha contra la insurgencia. Pero, documentos de la DEA probarían que vino acá con otra misión: ya había sostenido contactos, probados, con el tesorero de Pablo Escobar.

Hay pruebas de que Rodríguez (quien de paso contribuyó, en 1985, con la captura de Nidia Díaz, la comandante del FMLN), participó en los planes de Ilopango, desde el principio.

Pero, además de Rodríguez, en la operación de Ilopango participó Luis Posada Carriles, un anticastrista que ahora pasa enfermo en su casa de Miami.

Posada Carriles es el hombre más odiado de Fidel Castro. Incluso, participó en varios atentados contra él.

Además fue quien organizó, desde El Salvador, varios atentados en hoteles de la ciudad de La Habana en los que murió un turista italiano.

Al menos tres salvadoreños se encuentran en prisión a raíz de esos atentados.

Trece narcopilotos

El plan que la CIA y la Agencia de Seguridad de los Estados Unidos montaron en el aeropuerto de Ilopango, entre 1985 y 1986 ( al menos), no podía funcionar sin pilotos ni permisos para que pasara la droga y las armas por El Salvador, y otros países centroamericanos.

Entre los pilotos que traficaron las armas y las drogas, se encontraba Floyd Carlton, el piloto personal de Manuel Antonio Noriega, quien tenía la estatura para hablar hasta con Pablo Escobar.

Otros de los pilotos eran nicaraguenses, costarricenses, estadounidenses  y de otras nacionalidades quienes, con el tiempo, confesaron la verdad. Al menos un par de ellos confesaron todo lo que pasaba en el aeropuerto de Ilopango.

La duda final es que los principales mandos del ejército salvadoreño sabían lo que ocurría en el aeropuerto de Ilopango.

Muchos testimonios dicen que sí. De lo contrario, la CIA no habría construido dos hangares. Tampoco los narcopilotos hubiesen tenido documentos que les permitía no hacer trámites migratorios. Los aviones los llevaban, directamente, hasta los hangares. Sólo la CIA era dueña de la verdad.

El propio Félix Rodríguez cuenta que, para instalarse en el aeropuerto de Ilopango, se reunió en Washington con el jefe de la Fuerza Aérea Salvadoreña, en ese entonces, Rafael Bustillo. También con el jefe del Estado Mayor Conjunto, Adolfo Blandón.

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Septiembre 19, 2013

RÍOS DE COCAÍNA NACIERON EN LOS HANGARES DE ILOPANGO

Desde dos hangares del aeropuerto de Ilopango se transportaron gigantescas cantidades de cocaína hasta Estados Unidos, a mediados de la década de los ochenta. La CIA se convirtió, aquí, en el mayor narcotraficante del continente. Luis Posada Carriles, un cubano que ayudó a capturar en Bolivia al “Che” Guevara, y su amigo nazi Klaus Barbie, participaron en esa demencial operación. Esta es la historia de lo que sucedió.

 

A la izquierda, Randy Capister, agente de la CIA, de quien se dice fundó los escuadrones de la muerte en el país. Aparece con Celerino Castillo, el incómodo agente de la DEA. Cele, también le dijo lo que pasaba a George Bush, en Guatemala. Nunca pensó que Bush era uno de los credores del plan.

Con su piel oscura, su bien cuidado bigote y sus ennegrecidos ojos que brillan cuando alguien menciona la palabra “cocaína”, Celerino Castillo se acercó a Randy Capister, el agente de la CIA famoso por crear escuadrones de la muerte, y le dijo con furia: ”Un día, esto va a volver y morderte el culo”.

A “Cele”–como le llaman a ese descendiente de mexicanos que quería seguir el camino “derecho”, como le juró a su padre–le salieron las palabras con toda la rabia que mantenía en su alma. Sabía que tenía razones para decirle eso, en San Salvador, al hombre de la CIA.

Celerino era un agente de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA).  Se había jugado la vida combatiendo narcotraficantes de las mafias italianas en Nueva York, o a capos colombianos o peruanos en América del Sur.

Pocas semanas atrás le habían ordenado vigilar y desarmar las actuaciones de posibles narcos que estarían operando desde el aeropuerto de Ilopango.

Esta vez, sin embargo, no podía justificar ni explicarse lo que pasaba. Ahora se topaba, en El Salvador, no solo con una operación encubierta de la CIA, sino con algo que jamás esperaba: tráfico de drogas hacia Estados Unidos.

Celerino, un  ex combatiente de la guerra de Vietnam, sabía, porque tenía las pruebas en sus manos de que, desde ese aeropuerto salvadoreño, se reexportaban gigantescas cantidades de cocaína que venían desde América del Sur y se enviaban hacia Estados Unidos.

Pero lo insólito es que, esta vez, no eran narcotraficantes colombianos, peruanos o italianos los que enviaban la cocaína desde aquí. Eran militares estadounidenses y salvadoreños, mezclados con ex funcionarios de la CIA, exiliados anticastristas y rabiosos anticomunistas metidos en una riesgosa operación. ¡Estados Unidos  se había convertido en el mayor traficante de drogas del mundo!

Eso era posible porque El Salvador se había convertido, a mediados de los años ochenta, en la cuna de un inédito e inescrupuloso plan cuando la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos comenzaron a traficar drogas desde aquí, para comprar armas y financiar la lucha contra Daniel Ortega.

Los personajes involucrados por los Estados Unidos en esa iniciativa eran estelares: Oliver North, quien acabó atado a un escándalo mundial; Luis Posaba Carriles, un anticastrista con extensos tentáculos en El Salvador y Félix Rodríguez, un cubano colaborador de la CIA, quien años antes contribuyó con la captura del “Che” Guevara en Bolivia.

En el proyecto se involucraron pilotos salvadoreños, otros aviadores mercenarios de los Estados Unidos y el ex jefe de la Fuerza Aérea de El Salvador (FAS), José Rafael Bustillo.

En 1986, el gobierno del ex mandatario Ronald Reagan ideó ese plan cuando los legisladores estadounidenses le cortaron la ayuda a los contras nicaragüenses. Entonces, comenzó a andar, en El Salvador, una serie de terroríficas acciones que pocos podían imaginar.

Descubrió el plan

Celerino Castillo era, en 1986, un experimentado agente de la DEA. Lo enviaron a El Salvador a investigar sobre varios hangares del aeropuerto de Ilopango desde donde se transportaban drogas hacia Estados Unidos.

Capister, uno de los hombres más importantes de la CIA en Centroamérica en ese tiempo –dirigía la guerra sucia contra las guerrillas en Guatemala y El Salvador– escuchó lo que Celestino le dijo. Entendió que la DEA le decía a la CIA que se arrepentirían de lo que hacían con la droga. Por eso Capister le respondió:

–Cele, esto es lo que hemos estado haciendo toda la vida. Esto es para ayudar a combatir el comunismo en Nicaragua y aquí, en El Salvador. O ellos ganan, o ganamos nosotros. La verdad es que nadie va a hacer nada por nosotros. Somos lo que somos, Cele.

Aquella conversación era producto de una verdadera ironía: Celerino debía luchar por evitar que la cocaína llegara a Estados Unidos. Llevaba doce años trabajando en eso desde que contribuyó a capturar un cargamento de heroína valorado en $100 millones, propiedad de una poderosa mafia italiana radicada en Nueva York.

Capister era un temido agente de la CIA que pasaba la mayor parte de su tiempo en San Salvador, entrenando a los exterminadores de los guerrilleros del FMLN. Hay quienes juran y le atribuyen el nacimiento de los acusados escuadrones de la muerte en El Salvador.

 

En el centro, ATIS GEORGE, el jefe de a DEA en Guatemala, en 1985, quien mandó a investigar a Celerino Castillo ( a su derecha), lo que sucedía en los hangares 4 y 5 del aeropuerto de Ilopango.

El inicio de todo

En marzo de 1986, la oficina de la DEA en San José envió un cable a sus colegas de Guatemala en el que les decía:

“Preguntar a la policía salvadoreña si investigan a Carlos Amador y a cualquier persona o empresa asociada con el hangar número cuatro del aeropuerto internacional de San Salvador”.

En la sede de la DEA en Costa Rica algo inquietaba a todos, sobre todo a Roberto Nieves, un portorriqueño de piel cobriza que jefeaba esa oficina.

Carlos Amador era un piloto nicaragüense profundamente comprometido con las luchas de los contras que querían derrocar a Daniel Ortega en Nicaragua.

El aviador estaba, en ese tiempo, vinculado con una operación encubierta para llevar armas a los opositores nicaragüenses. El presidente estadounidense en esa época, Ronald Reagan, era el más interesado en ese tráfico de armas.

La solicitud de investigar a Amador, en El Salvador, la recibió Robert Stia, jefe de la DEA en Guatemala, donde trabajó desde 1985 hasta 1991.

Stia decidió, entonces, enviar a Celestino Castillo a El Salvador a investigar lo que pasaba en el aeropuerto de Ilopango. De muchas maneras, ya había recibido varios informes en el sentido de que, desde dicho aeropuerto, se estaría traficando cocaína hasta Estados Unidos.

Por todo eso es que, cuando Celerino Castillo llegó a investigar lo que pasaba en el mencionado aeródromo, lo primero que hizo fue contratar un informante que se moviera, de puntillas, en ese lugar.

El hombre, cuya identidad protegemos, comenzó entonces a registrar todos los nombres de los pilotos y las matrículas de los aviones que partían desde los hangares 4 y 5 de Ilopango que, probadamente, controlaba la CIA.

Poco a poco contaron los pilotos: eran trece los aviadores y  todos sus nombres estaban incorporados como colaboradores de mafias de narcotraficantes de aquella época. Eso lo comprobó Castillo cuando contrarrestó todos esos nombres en su base de datos. “La mayoría estaban documentados, en los archivos de la DEA, como traficantes”, escribió en su diario.

Amador, el piloto nicaragüense, era sólo uno de ellos. Floyd Carlton era otro. Y Carlton Cáceres era nada más y nada menos que el piloto de mayor confianza del ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega.

Sin duda, la historia registra a Carlton como un piloto narco que tenía capacidad para viajar a Colombia a hablar con traficantes de altísimo calibre, como los hermanos Ochoa o Rodríguez.

Noriega era, posiblemente, uno de los facilitadores y proveedores de la cocaína que pasó por Ilopango, aunque no era el principal abastecedor.

El problema de Celerino Castillo, el agente de la DEA que descubrió lo que pasaba en el aeropuerto de Ilopango, fue que le dijeron, cuando descubrió a Carlton en los hangares del aeropuerto, que solo era un mecánico de los aviones que transportaban armas (jamás dijeron que también movían drogas).

Lo que ocurría en Ilopango no sólo era una operación de la CIA. Ahí ocurrían hechos tan descarados como el protagonizado por el cónsul general de Estados Unidos en El Salvador, Robert Chávez, en 1986. Este le advirtió a Celerino Castillo que un agente de la CIA, George Witters, estaba solicitando una visa de EE.UU. para un “narcotraficante nicaragüense” y piloto Contra llamado Carlos Alberto Amador.

Esto sucedía a pesar de que Amador era mencionado en seis archivos de la DEA.

¿La visa era para que piloteara un avión hacia Estados Unidos cargado de droga? Posiblemente sí.

Involucrado

Un informe oficial del gobierno de los Estados Unidos, hecho público hace pocos años, dice que en los propios archivos de la CIA se mencionaba que el piloto Amador estaba involucrado en tráfico de drogas.

La estación de la CIA en San José, Costa Rica, lo calificaba como un posible traficante de drogas.

Pero el informe más fuerte –movilizó, incluso, a Celerino Castillo a revisar el papel de Amador en Ilopango– fue el que realizó el 27 de agosto de 1985 el jefe de la DEA en Costa Rica, Sandalio González. Este comunicó a dicha organización que un informante muy creíble le dijo que Amador estaba planeando dos aviones desde Miami hasta Colombia, como parte de una operación de drogas.

Otro documento de la propia CIA repetía, en abril de 1986, que “las fuentes sospechan que Amador está involucrado en narcotráfico”. La DEA también pensaba lo mismo en esa época.

Después ocultarían todo eso.

Septiembre 22, 2013

LAS PRUEBAS DE ILOPANGO OLÍAN A NARCOMILITARES

Un cubano que ayudó a detener al “Che” Guevara en Bolivia, y a Nidia Díaz en el país, tenía contactos con el tesorero de Pablo Escobar, antes de llegar al país. Varios pilotos desbordaron las leyes del país desde el aeropuerto de Ilopango. A un salvadoreño lo detuvieron, en Texas, con $5.5 millones en efectivo. Desde entonces le llamaban “cinco millones”.

Enormes cantidades de cocaína pasaron por el aeropuerto de Ilopango.

Lafitte Fernández

 

 

Ramón Milián Rodríguez, tesorero del Cártel de Medellín y de Pablo Escobar, dijo que entregó $10 millones a Félix Rodríguez para compra de armas. El dinero venía de la droga.

Desde que el agente antidrogas de los Estados Unidos, Celerino Castillo, puso sus ojos y oídos, en 1985, sobre lo que pasaba en el aeropuerto de Ilopango, dudó de los militares salvadoreños y estadounidenses. También de la guerra.

Pero quien más mala espina le daba a Celestino era Félix Rodríguez, el cubano anticastrista que llegó al país precedido de la fama de haber contribuido, en Bolivia, con la captura y muerte de Ernesto el “Che” Guevara.

A mediados de la década de los años ochenta, Félix Rodríguez era uno de los más altos jefes del centro de abastecimiento de armas y drogas del aeropuerto de Ilopango. La alianza con el poder lo tenía ahí.

Félix siempre dijo que llegó a Ilopango, casi por casualidad, para ayudar a la lucha contrainsurgente que libraba, en esa época, la Fuerza Aérea Salvadoreña (FAES).

Después, según su relato, lo llamó el presidente del Centro Nacional de Seguridad de los Estados Unidos, el militar Oliver North, quien le pidió que contribuyera con un centro de abastecimiento de armas para los antisandinistas de Nicaragua que querían derrocar a Daniel Ortega, en los años ochenta.

Pero el agente de la DEA había recolectado otras pistas: en el aeropuerto de Ilopango entraban y salían trece narcopilotos que no sólo trasegaban armas sino también drogas hacia Estados Unidos.

Pruebas de fe

Muy pronto, Celerino Castillo supo una historia muy diferente de Félix Rodríguez: era un agente de la CIA protegido, en esa época, por Donnald Gregg, quien ayudaba al vicepresidente George Bush, a realizar operaciones de inteligencia por todo el planeta.

Rodríguez se reunió con George Bush mientras era vicepresidente de los Estados Unidos, y segundo de Ronald Reagan. Dos días después ya estaba en El Salvador con la misión de crear una base de operaciones.

De todo eso estaba informado al menos el jefe del Estado Mayor Conjunto, Adolfo Blandón, y el jefe de la Fuerza Aérea Salvadoreña, Rafael Bustillo.

Celerino Castillo, agente de la DEA, a quien le tenía ojeriza era a Rodríguez. Por eso  supo algo más en la base de información de la DEA: antes de venir a El Salvador (1 de noviembre de 1984), a la pareja de Félix Rodríguez en esa época, Gerard Latchinian, la encontraron culpable de contrabandear, en Estados Unidos,  $10.3 millones en cocaína.

Hechos como esos  lavaron la voluntad del agente Castillo de la DEA contra Félix Rodríguez, quien una vez que llegó a El Salvador se ufanaba de hacer capturado a la comandante guerrillera Nidia Díaz.

Hechos más graves

Celerino Castillo sabía que si les seguía las pistas a las personas que trabajaban en el aeropuerto de Ilopango para la CIA, llegaría a encontrar algo grande, como efectivamente sucedió.

Si bien Luis Posada Carriles, otro anticastrista que estaba en el aeropuerto de Ilopango (el mayor enemigo personal de Fidel Castro), también le llamaba la atención al agente de la DEA desplazado a El Salvador,  las miradas más largas las tuvo siempre sobre Rodríguez.

En el fondo, el agente de la CIA estaba conectado con el vicepresidente George Bush y con Oliver North, el presidente del Consejo Nacional de Seguridad de los Estados Unidos.

Otro dato que llegó a las manos del agente de la DEA dejó perplejo a Celestino Castillo: el 18 de enero de 1985, poco antes de que Rodríguez viniera a El Salvador, Félix se reunió con Ramón Milián Rodríguez, uno de los principales lavadores de dinero del colombiano Pablo Escobar y el cártel de Medellín.

Aunque en ese tiempo no se sabía por qué Rodríguez y Milián andaban juntos, mucho después se sabría que el lavador de dinero le daría $10 millones a Rodríguez para financiar acciones que beneficiaran a los antisandinistas nicaragüenses.

Algún tiempo después de lo sucedido en el aeropuerto de Ilopango (tráfico de drogas y armas), el actual secretario de Estado, John Kerry, realizó una investigación sobre el caso Irán –Contras.

Ante el Senado de los Estados Unidos, Ramón Millián Rodríguez (el mismo que se conectó con Félix Rodríguez), dijo que él era el jefe de la contabilidad del Cártel de Medellín, jefeado, en esa época, por Pablo Escobar. Incluso, aseguró que él había manejado una fortuna de $11 mil millones en ganancias de la droga.

En el momento de declarar, Milián cumplía una condena de 43 años de prisión por lavado de dinero.

Milián hizo una explicación sobre por qué pasaron esos hechos extraños en el aeropuerto de Ilopango:”En 1984, cuando el Congreso cortó la financiación a la Contra nicaragüense, la Casa Blanca recurrió a otras fuentes de apoyo. Yo era un lavador de dinero de la CIA desde 1982. También del Cártel de Medellín. Entonces, la única manera de financiar algunas cosas es a través de las drogas. Y en 1983, el Cártel de Medelllín decidió cooperar con los Contras nicaragüenses”.

Los $10 millones que Milián lavó para los antisandinistas, se entregaron mediante una serie de empresas fantasmas que Milián fundó en Costa Rica.

 

Félix Rodríguez, a la izquierda, junto al “Che” Guevara, en Bolivia, poco después de su captura. En 1985 Rodríguez comenzó a dirigir el centro de abastecimiento desde el aeropuerto de Ilopango.

 

Luis Posada Carriles.

Pilotos comprometidos

Cuanto más se acercaran los investigadores al aeropuerto de Ilopango, más pruebas se encontraban de que ahí algo extraño,y muy ilegal, pasaba. Era 1985.

Las investigaciones formales arrancaron cuando en la oficina principal de la DEA en  Guatemala, se recibieron informes que los “Contras de El Salvador estaban involucrados en el tráfico de drogas.

El asunto es que el centro de abastecimiento de armas y drogas que se montó en Ilopango era un plan de la CIA. El problema es que a lo que pasaba en El Salvador cada vez se le acercaba más la DEA. Tarde o temprano habría un choque de trenes.

Pero, las principales pistas de lo que pasaba en El Salvador las daban los pilotos nacionales y extranjeros que operaban desde el aeropuerto de Ilopango. Esos hombres eran parte de la clave para saber la verdad.

Lo que le sucedió a un piloto salvadoreño se pudo convertir en prueba exacta del trasiego de armas, droga y dinero entre Sudamérica, Centroamérica y Estados Unidos.

Este hecho ocurrió en junio de 1986, en pleno auge de lo que sucedía en los hangares 4 y 5 del aeropuerto de Ilopango, bajo el control de la CIA.

El 18 de junio el piloto salvadoreño Francisco “Chico” Guirola Beeche lo documentaron en Estados Unidos como lavador de dinero.

Ese día partió del aeropuerto de Ilopango a las 7.30 a.m. Poco después llegó a Bahamas. Se fue a traer fondos para las operaciones de los estadounidenses.

Tres días después regresó a El Salvador transportando como pasajeros a Alejandro Arbizú y a Patricia Bernal.

En 1988, dos años después de ese viaje,  Arbizú fue arrestado en Estados Unidos por un caso de conspiración con cocaína.

Pero, lo más interesante de los registros de la DEA es que el piloto Guirola fue arrestado, en 1985, en el condado de Kleberg, al sur de Texas, con cinco millones y medio de dólares en efectivo. Ese dinero lo recogió en Los Ángeles, California. Lo atraparon agentes de aduanas de los Estados Unidos en otro caso que, rápidamente, conectaron con lo que pasaba en el aeropuerto de Ilopango de San Salvador. Desde ese momento, a ese piloto le llamaron, en El Salvador, el “Cinco millones”.

Pero, otros pilotos que permanecían, en El Salvador, poseían un papel más descarado en el trasiego de armas, cocaína y dinero.

Otro de ellos era Walter Grasheim quien era un asiduo visitante de los hangares controlados por la CIA durante la guerra, en el aeropuerto de Ilopango.

Las primeras pistas de Grasheim (él habría sido quien, realmente, capturó a Nidia Díaz, cerca de San Vicente), se produjeron en marzo de 1986.

El 10 de marzo de ese año, Grasheim, un piloto experimentado desde Vietnam, voló un avión desde Ilopango hasta la ciudad de Panamá. Lo hizo acompañado de un israelí.

Cuando las autoridades panameñas le preguntaron sobre su arribo a ese país, dijeron que estaban ahí para reunirse con el agregado militar de los Estados Unidos.

Hay que recordar que los principales proveedores de armas de los antisandinistas fueron israelíes que llevaron aviones Boeing 707 desde ese país, hasta El Salvador, repletos de armas.

En informes oficiales de los Estados Unidos se dice que, sólo en 1985, aterrizaron cinco aviones 707 con armas.

Cuando Grasheim y el israelí llegaron a Panamá, el piloto estadounidense ya había sido investigado, en Nueva York, por tráfico de armas hacia América Latina.

Poco después de ese viaje a Panamá, la DEA recibió un reporte sobre el piloto:

“Grasheim posee, y opera el hangar número 4 en el aeropuerto de Ilopango. Dicho hangar es utilizado por la cocaína internacional y traficantes de armas. El hangar 4 también es utilizado por el movimiento Contra de El Salvador”.

En otro informe, Celerino Castillo, el agente de la DEA, informaba a la DEA que las Fuerzas Armadas Salvadoreñas y el Jefe del Estado Mayor, el general Adolfo Blandón, limitaban las investigaciones en Ilopango.

Ya desde entonces se decía, en informes oficiales de los Estados Unidos. Que otros trece sujetos documentados como narcopilotos, operaban en el aeropuerto de Ilopango.

 

Decomisos de cocaína en los que participó Celerino Castillo, el agente de la DEA, poco antes de centrar sus investigaciones en Ilopango.

Nuevos cobros

A Grasheim siempre le cobraron, mientras estuvo en El Salvador, sus vuelos sospechosos pero, sobre todo, su manía de declararse como agente de una institución, a pesar de no serlo.

El tres de mayo de 1986, Grasheim tomó un avión y voló desde Ilopango hasta Miami. Pero se estrelló al noroeste del aeropuerto de Miami. En la escena del accidente se identificó, ante las autoridades, como un “agente secreto”.

Cuando la policía lo descubrió ahí con una maleta, les dijo que eran documentos altamente confidenciales que contenían informes del gobierno.

La DEA calculó que la maleta pesaba unos 60 kilos. Muchos sospecharon que poseía cocaína.

Todos esos hechos estaban pasando fuera de la vista y oídos de todos los salvadoreños.

La verdad es que aquí venían y salían muchos hombres y aviones. Y detrás de todo lo que sucedía estaba una verdadera selección del mal: el asesino nazi Klaus Barbie, Roberto Suárez el “Rey de la cocaína” de Bolivia, Manuel Santonio Noriega, el dictador de Panamá, militares argentinos, estadounidenses y salvadoreños y otros narcotraficantes mexicanos.